Kabul. Los talibanes pidieron a los imanes de Afganistán que llamen a la unidad cuando encabecen las oraciones de hoy, en los primeros rituales desde que el grupo islamita tomó el control del país, mientras las protestas contra su régimen se extendían a más ciudades.
Varias personas fueron abatidas cuando talibanes dispararon contra una multitud de opositores en la ciudad oriental de Asadabad, sin que se haya determinado el número de muertos y heridos.
“Cientos de personas salieron a las calles”, relató Mohammed Salim. “Al principio tenía miedo y no quería ir, pero cuando vi que uno de mis vecinos se unía, saqué la bandera que tengo en casa. Varias personas murieron y resultaron heridas en la estampida y por disparos de los talibanes”.
Ayer fue el aniversario de la independencia de Afganistán del imperio británico en 1919.
Un video que circuló en redes sociales mostró a una multitud de hombres y mujeres en esta capital que ondeaban insignias nacionales con los colores negro, rojo y verde, en desafío a la bandera que usa el Talibán. “Es nuestra identidad”, gritaban. También estallaron protestas en la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Paktia, en el este.
La resistencia se organiza en el valle del Panshir, informó ayer el canciller ruso, Serguei Lavrov. “Los talibanes no controlan todo Afganistán. Hay informaciones que llegan de Panshir”, al noreste de Kabul, “donde se concentran las fuerzas de la resistencia del vicepresidente Amrullah Saleh y de Ahmad Masud”, comentó.
Saleh se proclamó “presidente encargado legítimo” de Afganistán después de que el presidente Ashraf Ghani huyó el pasado fin de semana y se refugió en Emiratos Árabes Unidos. Masud es hijo del legendario comandante Ahmed Shah Masud, quien lideró la resistencia contra el Talibán cuando éste llegó al poder hace 20 años y después fue asesinado por el grupo Al Qaeda.
“Estados Unidos aún puede ser un gran arsenal de la democracia” si apoya con armas a sus combatientes, escribió Ahmad Masud en un artículo publicado antier en el Washington Post.
Miles de personas seguían bloqueadas en Kabul en su intento por abandonar el país, mientras aviones de todo el mundo aterrizaban constantemente para intentar rescatar al máximo de personas. Según fuentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al menos 12 personas han muerto en el aeropuerto desde el lunes.
En una video que circuló en redes sociales, una niña pequeña fue izada sobre el alto muro perimetral del aeropuerto y entregada a un soldado estadunidense. Deutsche Welle, la televisora pública alemana, informó que el Talibán mató a tiros a un familiar de uno de sus reporteros, quien ya se encuentra a salvo en Berlín. El medio local Ariana News reportó que un futbolista miembro de la selección afgana murió al caer de un avión estadunidense en el aeropuerto de Kabul el lunes, cuando una multitud intentó subirse al aparato en marcha.
Los talibanes afirmaron ayer que “cumplen su palabra” de ayudar a las potencias extranjeras a evacuar a sus ciudadanos y que no se les puede culpar por el caos en el aeropuerto. “Estamos facilitando el paso de salida segura no sólo a los extranjeros sino también a los afganos”, declaró una fuente oficial talibán a la agencia de noticias Reuters.
El general de división del ejército de Estados Unidos, William Taylor, indicó que envió a unos 6 mil militares para garantizar la seguridad en el aeropuerto de Kabul. Sus cazas sobrevuelan igualmente la ciudad para garantizar el éxito de la operación, mencionó el Pentágono.
Estados Unidos debe evacuar a 30 mil estadunidenses y civiles afganos que trabajaron para ellos, de los cuales ya sacó a 7 mil. Reino Unido, Francia, Italia y España, entre otros países, también llevan a cabo evacuaciones.
Redoblan búsqueda de quienes trabajaron para EU
Los talibanes intensifican la búsqueda de personas que trabajaron con las fuerzas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, según un documento confidencial de la Organización de las Naciones Unidas con base en un informe del Centro Noruego de Análisis Global, que advierte de la posibilidad de “torturas y ejecuciones”, pese a que los militantes prometieron no vengarse de sus oponentes.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G-7 pidieron una respuesta internacional unificada para impedir que la crisis siga escalando. China, país que como Rusia ha manifestado su disposición a tratar con el Talibán, dijo que el mundo debería respaldar, no presionar, a Afganistán.
Muchos carteles publicitarios con rostros de mujeres aparecían pintarrajeados o habían desaparecido en Kabul ayer.
La directora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Audrey Azoulay, aseguró que no escatimará esfuerzos para apoyar a todos los afganos con el fin de garantizar su derecho a la educación, “especialmente de mujeres y niñas”.
La periodista Shabnam Dawran aseguró que ya no puede trabajar en la televisora que la tenía contratada. Vistiendo hiyab y mostrando su identificación de comunicadora, la presentadora de noticias afirmó: “nuestras vidas están amenazadas”, en un video difundido por las redes sociales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que el Talibán no ha cambiado, pero atraviesa una “crisis existencial” acerca de si aspira a la legitimidad en la escena global al apoderarse de Afganistán, y sostuvo que Al Qaeda es mayor amenaza que los talibanes.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, calificó el resurgimiento del Talibán de “catástrofe” y “pesadilla”, y criticó a Biden por menospreciar el compromiso con la reconstrucción de Afganistán.