Ciudad de México. La iniciativa de reforma constitucional en materia electoral que el presidente Andrés Manuel López Obrador enviará al Congreso, será elaborada por ciudadanos con experiencia en el tema y por funcionarios, y antes de remitirla a alguna de las cámaras, su contenido será presentado a la población en general.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario reprochó con dureza a los partidos que “engañan pretendiendo” que son demócratas “pero son lo mismo”, como ocurre en el Senado de la República donde el Partido del Trabajo y el Partido Verde, se han pronunciado -junto a PAN, PRI , PRD y Movimiento Ciudadano- en contra de aprobar la ley reglamentaria a la revocación de mandato.
En ese tono, ironizó con la frase del “robaleo” que impuso Jesús Reyes Heroles, referente al robalo que se desplaza en aguas dulces lo mismo que en saladas, para exigir que el presente impone definiciones: “En este proceso de transformación de México, nada de medias tintas. Se tiene uno que definir, se tiene que transformar. Es momento de decir basta, y terminar con esta simulación, con éstos consejeros y magistrados (del INE y del Tribunal Electoral) falsarios”.
Así el tabasqueño desglosó a grandes rasgos la iniciativa que él firmará una vez elaborada:
Una nueva forma de organizar las elecciones; revisar y cambiar el papel de los consejeros del INE y de los magistrados del Tribunal Electoral; las facilidades para que todos puedan participar sin candados; que se pueda ejercer con libertad el derecho a elegir, para consolidar “una auténtica democracia”.
El propósito de esa propuesta, dijo, es cambiar de fondo la estructura electoral, porque “quedan los mismos. Los del INE. Es increíble lo que hicieron en la pasada consulta: guardaron silencio. Mostraron que no son demócratas. Y lo mismo el Tribunal Electoral, facciosos, dominados por partidos políticos, por grupos de interés creado”.
Y de ahí hiló el actuar de la oposición en el Senado, encabezada por Miguel Ángel Osorio Chong, Josefina Vázquez Mota, Miguel Ángel Mancera, y sin mencionar el actuar del Partido del Trabajo y el aliado coyuntural de todos: el Partido Verde:
“Ahora resulta que no quieren que se consulte al pueblo, que decida si el presidente se va o se queda; el pueblo pone y el pueblo quita, no las camarillas que persisten en el poder legislativo”.