Washington. Sesenta por ciento de la población sufre ansiedad o depresión en América, afirmó ayer la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al alertar sobre una “crisis de salud mental” en la región por el coronavirus y urgir a los países a tomar medidas para combatirla, ya que “si no se aborda, tendrá graves consecuencias y prolongará el impacto de la pandemia.
“Más de la mitad de los programas escolares de salud mental y tres cuartas partes de los programas fuera de los planteles se han interrumpido parcial o totalmente, en un momento en el que más de 15 por ciento de los jóvenes sufre depresión”, indicó la directora del organismo, Carissa Etienne.
“Casi 90 por ciento de los países participantes informan que los servicios de sicoterapia y asesoramiento se han interrumpido, además de que crecieron las dificultades para el acceso a medicación y tratamientos especiales”, subrayó.
Asimismo, destacó la importancia de integrar la atención de la salud mental en los planes de respuesta al Covid-19, e instó a los países a cumplir sus compromisos en ese sentido ”para capear la amenaza constante de la pandemia y limitar sus efectos dominó en los próximos años”.
Etienne refirió también al rápido aumento de los contagios y muertes por Covid-19 en el Caribe, Puerto Rico, Jamaica y Cuba, nación que ocupa el tercer puesto en la región con más nuevos casos reportados diariamente, sólo después de Estados Unidos, con 113 mil 803, y Brasil, con 14 mil 471 más que la jornada anterior.
Expuso que en la última semana, América registró un millón 400 mil contagios y 20 mil decesos, y que en América Latina y el Caribe sólo una de cada cinco personas tiene el esquema completo de vacunación contra el Covid-19, y en algunos países menos de 5 por ciento de su población ha sido totalmente inmunizada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el avance de las naciones ricas hacia la tercera dosis, cuando al mundo afrontará “situaciones aún más críticas” por la alta transmisión de la nueva variante en zonas de baja inoculación.
En Estados Unidos, quienes fueron inmunizados con Pfizer o Moderna podrán recibir una tercera dosis a partir del 20 de septiembre, dijeron las autoridades sanitarias, al argumentar que la eficacia disminuye con el tiempo. Ante la recomendación de las autoridades de salud de que todos los adultos vacunados se apliquen una dosis de refuerzo, la científica principal de la OMS, Soumya Swaminathan, expresó el temor de que dejar a miles de millones sin vacunar en el mundo en desarrollo puede fomentar la aparición de variantes como delta, que provoca nuevos focos en Estados Unidos y otras naciones.
“Creemos claramente que los datos no indican la necesidad de refuerzos”, dijo Swaminathan en conferencia de prensa en Ginebra. En cambio, se mostró más comprensiva con la decisión reciente de dar refuerzos a personas con el sistema inmunitario debilitado.
Las autoridades de la OMS han expresado reiteradamente el temor de que aparezcan variantes en zonas donde no se ha controlado el virus, e hizo un llamado a la equidad y “solidaridad” entre los países.
El papa Francisco dijo ayer que vacunarse contra el Covid-19 “es un acto de amor”, al encabezar la campaña estadunidense It’s up to you (De ti depende), dirigida a fomentar la confianza en los biológicos.
Israel restableció la obligación de mostrar el certificado de vacunación o test PCR negativo para ingresar a lugares públicos ante nuevos contagios de Covid-19.
El saldo mundial es de 209 millones 37 mil 802 casos y 4 millones 388 mil 887 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.