Londres. El presidente de la Federación Británica de Gimnasia, Mike Darcey, ofreció disculpas y reconoció que el organismo había “defraudado” a sus miembros, después de que 37 ex gimnastas denunciaron acoso y malos tratos.
“Mientras reflexionamos sobre algunos grandes momentos de Tokio 2020, también reconocemos que, junto con el rápido crecimiento de la gimnasia en la última década, nuestra organización, en varios frentes, no ha logrado mantener ese crecimiento”, dijo Darcey en un comunicado.
“El consejo de administración hizo balance en los últimos meses. La directiva y el consejo de administración han fracasado en estar lo suficientemente cerca de los gimnastas para entender sus preocupaciones”, indicó.
“Los hemos defraudado y lo lamentamos profundamente”, añadió Darcey. La Federación Británica ha sido demandada por 37 ex gimnastas, entre ellos tres medallistas olímpicos, que dicen haber sido víctimas de abusos físicos y sicológicos, que califican de sistemáticos.
Darcey también reconoció que la cultura del entrenamiento en torno a la gimnasia tiene que cambiar para garantizar un ambiente menos tóxico a los deportistas.
“Aunque hay muchas buenas prácticas dentro del deporte en el Reino Unido, debemos dejar claro a todos los miembros que las acciones abusivas, incluyendo el entrenamiento con lesiones, el abuso, los gritos y la vergüenza de peso, no son aceptables”, dijo.
Desde hace varios meses, gimnastas retirados y en activo denuncian por todo el mundo sus condiciones de entrenamiento. En Estados Unidos, el caso Nassar, por el apellido del ex doctor de la selección femenina condenado a cadena perpetua por agredir sexualmente a más de 250 gimnastas, incluida la superestrella Simone Biles, reveló desde 2018 la cara oculta de la disciplina.