Cannes. Todavía hace algunas películas, pero principalmente cumple compromisos que asumió hace años. Después de eso, Sean Penn no está seguro sobre cuánto más actuará o dirigirá.
Penn, el actor y a veces cineasta inconformista, de 61 años, está felizmente fuera de sintonía de muchas de las corrientes dominantes en Hollywood. ¿Streaming de películas? ¿Franquicias? ¿La llamada “cultura de la cancelación”? Todas estas cosas le generan ira, mientras dedica más tiempo a los esfuerzos de socorro en Haití y a ayudar a vacunar contra el Covid que a las películas.
Esto hace que Flag Day, nueva cinta que dirigió y coprotagoniza, sea una rareza para un actor que alguna vez fue voraz y que en la última década ha estelarizado sólo unos cuantos filmes, incluidos Entre la razón y la locura y Fuerza antigángster.
En un drama de próximo estreno, Penn interpreta al padre ausente y a veces encarcelado de Jennifer, personificado por su hija en la vida real, Dylan Penn.
“Me siento increíblemente afortunado de tener una película que será una película, pues tendrá un estreno cinematográfico”, dijo Penn en una entrevista el mes pasado. “Como espectador, puedo estar interesado en algunas cosas que sólo se transmiten por streaming, pero como director, siempre lo he dicho, esa forma ‘no es la chica de quien me enamoré’”.
Echa de menos las películas de Hollywood que no son “simplemente cintas estrambóticas tipo Cirque du Soleil”. Sobre las de Marvel, lamenta “cuánto espacio y tiempo han ocupado en las carreras de tanta gente talentosa”. Al referir que hoy no se le permitiría interpretar al ícono gay Harvey Milk (Milk, de 2008), Penn ha dicho que así sólo los príncipes daneses podrán hacer el papel de Hamlet.
Su, en general, respetada carrera de director (Vidas cruzadas, Asesino oculto y Camino salvaje) ha sido más inestable en los últimos tiempos. Un filme reciente, Diré tu nombre de 2016, con Charlize Theron, fue abucheado en el festival de Cannes; sin embargo, Penn regresó allá el mes pasado para estrenar Flag Day.
“Estoy seguro de que sé tanto o más de actuación que casi cualquier crítico, y tengo mucha confianza en la interpretación que más me preocupa”, agrega señalando a Dylan, quien estaba sentada al otro lado de un bar en la Croisette de Cannes.
Dylan, de 30 años, es la estrella de Flag Day; había incursionado en la actuación, pero este es su papel más importante hasta ahora. En la película interpreta a una aspirante a periodista con un padre que rara vez es veraz.
Su actuación es natural, serena y cautivadora, parece toda una veterana. Esta vez, los críticos han sido halagadores. Variety dijo que la película “revela que Dylan Penn es una gran actriz”.
Dylan reconoce que su papá puede estar “pasando la estafeta un poco”. Hopper Jack Penn, su hermano menor, también actúa en la cinta. “Siempre pensé que si ella quería hacerlo, la alentaría”, dijo Penn.
El actor ha estado filmando recientemente la serie Watergate de Sam Esmail para Starz, con Julia Roberts. Ha expresado claramente que se debería exigir vacunas a todo el mundo en el estudio. Durante la pandemia, su organización sin fines de lucro Community Organized Relief Effort, que creó después del terremoto de 2010 para ayudar a los haitianos, montó sitios de prueba e inmunización, ayudando a dispensar millones de inyecciones.
Quizás esas experiencias hayan hecho que se sienta aún más repelido por cualquier cosa sin mucho sustento. “Mi tolerancia por lo artificial es cada vez menor”, expresó.
Pero trabajar con Dylan fue algo natural. Sobre su presencia atenta, incluso desarmadora, la calificó de “lo más espontánea posible”.
Penn comenzó más joven que ella. Cuando tenía 21 años, protagonizó Picardías estudiantiles. Se sintió seguro desde el principio en papeles que se parecían a él, “joven y muy tímido”, como describe.
Desde entonces trató de mantener esa naturalidad interpretando personajes que le eran más lejanos.