Hace siete años, cuando la conductora de televisión Ingrid Coronado se separó de su colega y pareja Fernando del Solar, diversos medios de comunicación especializados en farándula comenzaron a difamarla y condenarla de forma insistente.
Esto “que fue una y otra y otra vez, no terminaba. Llegó un momento en el que tenía a un automóvil siguiéndome todo el tiempo para ver si yo hacía algo mal, para que pudieran captarme”, relató en el programa radiofónico Ingrid & Tamara, de MVS.
Lo anterior afectó a la conductora de forma personal y profesional, y llegó a su punto más álgido cuando vio a su hijo en la portada de una revista de la editorial Notmusa, “en donde lo ofendían y hablaban de su intimidad sin blurearle (desenfocarle) la cara”, criticó.
Coronado tenía dos opciones. La primera era contrarrestar las acusaciones, respondiendo públicamente a la publicación; la otra era por la vía legal, confiando en la impartición de justicia. Se decidió por acudir a las autoridades.
“Intentábamos mostrar ante el juzgado, ante la justicia, que lo que estaban haciendo contra mí y mi familia, no solamente no era algo justo, sino que está fuera de la ley”, señaló.
Aunque el proceso fue largo, finalmente la semana pasada la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falló en favor de Coronado, de manera que deberá recibir una indemnización financiera de la empresa por el uso no autorizado de fotos suyas y de su hijo.
A pesar de que ya existía un antecedente legal sobre imágenes de personas, el caso de Coronado facilitará que se brinde justicia a otros que hayan sufrido daños morales similares. Con este precedente, “la Corte establece este criterio en el cual ahora cualquier persona puede tomar esta ruta si le ocurre lo mismo que a mí”, explicó la conductora y ex integrante del grupo Garibaldi.
El triunfo logrado, asegura, “no solamente es para mi familia, es para toda la comunidad de figuras públicas, de comunicadores y de artistas que pasan por situaciones similares a las que vivimos nosotros”, consideró.
El fallo por unanimidad en su favor confirma que “cada uno puede elegir la imagen con la que quiere mostrarse ante la sociedad”, además de establecer “la penalización por el uso indebido de nuestras imágenes cuando es mediante fotografías de nuestra vida privada que sean publicadas sin nuestro consentimiento”, dijo Coronado.
Para la afectada, que existan este tipo de mecanismos también beneficiará al público en general debido a que las publicaciones que basan su contenido en el amarillismo tendrán que ser cuidadosos.
“Si tú ofreces contenidos en los cuales lo que estás reforzando son los valores, son las buenas costumbres, son las cosas buenas que tienen los seres humanos, creo que consumirlos nos va a hacer bien a todos”, apuntó Coronado.