San Cristóbal De Las Casas, Chis., Entre mil 300 y mil 500 migrantes centroamericanos deportados de Estados Unidos han llegado en vuelos directos de Texas al aeropuerto de Tapachula durante la última semana, denunció Luis García Villagrán, coordinador del Centro de Dignificación Humana.
García Villagrán señaló que, según sus cálculos, “desde la primera vez (el 9 de agosto) en que llegaron ocho aviones, algo increíble, deben haber llegado alrededor de mil 300 o mil 500, principalmente de Guatemala. La mayoría venía de McAllen y Brownsville, Texas, y de otro lugar de Virginia”.
Agregó: “Eran trabajadores agrícolas contratados por polleros. Les cobraron entre 3 mil y 3 mil 500 dólares por llevarlos hasta la frontera norte. Los pagaron al contado. Y de allí les cobraron otros 2 mil dólares para pasarlos a Estados Unidos, que iban a pagar cuando estuvieran trabajando. Los dejaron abandonados en varios lugares; fueron los que deportaron. Venían de Honduras y El Salvador también y son trabajadores agrícolas”.
Señaló que “estas personas no hicieron ningún trámite de asilo en México y menos en Estados Unidos, lo que facilitó a las autoridades de ambos países deportarlos de manera extrajudicial, sin el debido proceso porque no tuvieron oportunidad de acudir ante la ley de refugio en los dos casos”.
El activista reiteró que “no hay ningún registro de las deportaciones y eso tiene que quedar bien claro. No son líneas mexicanas. Nunca habíamos visto en Tapachula ocho aviones en un sólo día. Eso es increíble. Son contratados exprofesamente. Salieron de los aeropuertos de McAllen y Brownsville, Texas, y llegaron directamente al aeropuerto de Tapachula y en todos los casos fue lo mismo: fueron llevados en camiones blancos sin logotipo alguno, utilizados para deportaciones; sólo tienen número económico.
“Los subieron como animalitos, directamente. Se mira a personal de Estados Unidos maniobrando y ordenando a las autoridades mexicanas, en especial al Instituto Nacional de Migración (INM).”
Manifestó que luego de ser subidos en los autobuses, los centroamericanos son llevados a la frontera de Talismán, México-El Carmen, Guatemala.
“Los ponen en Guatemala sin que ninguna autoridad los reciba. No hay ningún ordenamiento, no traen un solo documento, absolutamente nada. Por eso para nosotros jurídicamente son destierros.”
Subrayó que “es grotesco. Los datos del Instituto Nacional de Migración son ridículos; para ellos no han llegado esos aviones, no existen y en la frontera sur no pasa nada, aunque hay 85 mil migrantes varados. Cada autobús de los pequeños transporta a 30 o 35 migrantes, y en cada avión llegan de 80 a 100 gentes”.