Washington. Texas pidió al gobierno federal cinco camiones mortuorios, ya que los contagios, las hospitalizaciones y las defunciones no se detienen debido a la variante delta del nuevo coronavirus, informaron ayer medios estadunidenses.
Los casos se han disparado en el estado y los nosocomios están al límite. Más de 11 mil 500 pacientes estaban hospitalizados ayer, el nivel más alto desde enero, mientras el gobernador Greg Abbott dio positivo a Covid-19.
Funcionarios señalaron que pidieron los camiones mortuorios a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias como “precaución”, dada la transmisión rápida y generalizada de Covid-19.
“No hemos recibido ninguna solicitud local, pero queremos estar preparados”, indicó a NBC News Chris Van Deusen, portavoz del departamento de Salud de Texas.
Los vehículos mortuorios –móviles y refrigerados– fueron vistos como un símbolo sombrío durante las primeras oleadas de la pandemia, cuando entregaron remolques a las ciudades para que se mantuvieran al día con el aumento de las muertes, y en algunos lugares, según los informes, permanecieron durante meses como morgues improvisadas.
Las muertes por Covid-19 en Texas se han triplicado en las últimas dos semanas, al aumentar a 89 por día, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En el peor pico de la pandemia –en enero–, el virus mató a 351 personas en promedio a diario. El acumulado estatal es de 54 mil decesos.
Las instalaciones médicas están cada vez más congestionadas y debilitadas a medida que más y más casos de coronavirus sobrecargan el sistema. Clay Jenkins, juez del condado de Dallas, señaló en un video que en su área, los hospitales ya carecen de suficientes camas pediátricas de cuidados intensivos.
Abbott, quien se vacunó en 2020, estaba aislado en su mansión, en Austin, y recibe un tratamiento de anticuerpos monoclonales, informó su portavoz, Mark Miner, en un comunicado.
En julio, el mandatario firmó una orden ejecutiva que prohíbe a las ciudades y entidades provinciales exigir máscaras y vacunas.
Cuba ha recurrido a las fuerzas armadas para proporcionar oxígeno en medio de un aumento de los infectados de coronavirus, incluso cuando los médicos se apresuran a administrar vacunas desarrolladas localmente a la población.
El gobierno anunció el domingo que la principal planta de oxígeno de la isla caribeña se había averiado en momentos de una oleada del virus impulsada por delta, que ha provocado un número récord de casos y muertes, y colapsado algunos sistemas de salud provinciales.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, recorrió ayer una unidad militar que produce y transporta oxígeno, que ha sido escaso para pacientes con Covid-19, informaron medios estatales. Mientras, Canadá, por medio del Servicio de Financiación de Suministros del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), donó a la isla un millón 200 mil 50 tabletas y 400 mil ámpulas del medicamento Dexametasona, para enfrentar la pandemia.
Ecuador aplicará una tercera dosis contra el virus a personas que presenten alguna inmunodeficiencia y realizará pruebas para determinar si el resto de la población inoculada requiere un refuerzo, explicó la ministra de Salud, Ximena Garzón.
Más de 50 millones de personas en Brasil cuentan con el sistema de inoculación completo, lo que representa 31.9 por ciento de la población mayor de 18 años.
Gran Bretaña aprobó el biológico de Moderna para menores de 12 a 17 años, al tiempo que Francia aceleró la inmunización a inmigrantes y pobres, tras poner a funcionar clínicas temporales que la aplican a las personas cerca de sus casas y del trabajo.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, decretó un confinamiento de tres días para el conjunto del país tras descubrirse un caso de origen local de contaminación al coronavirus.
El saldo mundial por la pandemia es de 208 millones 470 mil 48 contagios y 4 millones 380 mil 150 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.