La política monetaria más restrictiva de Banco de México (BdeM), consistente en incrementar la tasa de referencia para anclar expectativas de inflación, puede ser un soporte para el peso mexicano, pero se avecinan vientos en contra para la moneda nacional hacia las próximas semanas, consideraron analistas.
Si bien la paridad peso-dólar se mantiene sumamente resiliente y con bajos niveles de volatilidad, en el horizonte cercano (fin de mes o septiembre) se prevé un cambio de visión de la Reserva Federal (Fed) ante la recuperación que se ha venido observando en el empleo y la presión en la inflación de Estados Unidos.
“Con el último reporte laboral (julio) y la lectura de precios al consumidor y al productor, ahora es más plausible que tengamos una política menos acomodaticia hacia delante por parte de la Reserva Federal (…) lo que generará una depreciación del tipo de cambio en torno a 4 por ciento para el peso”, prevé Ricardo López, analista de Mercados Financieros de Citibanamex.
El especialista prevé que el peso pudiera extender una estabilidad relativa, pero teniendo un sesgo a depreciarse en torno a 20.70-20.80 por dólar (primera resistencia técnica ubicada en 20.20), una depreciación en torno a 4 por ciento para el peso; no obstante, aclaró que debería ser temporal.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, precisó que dado los recientes acontecimientos, es probable que el peso mexicano despliegue un movimiento lateral, fluctuando en un rango acotado, hasta por lo menos la reunión de banqueros centrales en Jackson, Hole (del 26 al 28 de agosto), debido a que todavía hay cierto grupo de inversionistas que espera conseguir pistas sobre el plan de retirada de compras de bonos (tapering) de la Fed.
Para el especialista no habrá novedades sobre este asunto del retiro de estímulos al menos hasta la reunión de septiembre. En ese sentido destacó que la publicación de las minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed, encuentro donde se reconoció que hubo un debate intenso sobre el tema del tapering.
Por otro lado, la economía de Estados Unidos está creciendo con fuerza y el mercado laboral se está recuperando. Sin embargo, la situación de la pandemia de Covid- 19 sigue siendo un obstáculo y esta semana, con la cifra de ventas al menudeo de Estados Unidos, se tendrá una perspectiva sobre cómo les está yendo a los consumidores.
Eduardo Suárez, analista de Scotiabank, sostuvo que habrá que tener en cuenta que para las perspectivas de política monetaria en México, además de nuestra propia dinámica inflacionaria, es la Reserva Federal.
“Se espera que la Fed inicie un proceso de reducción de la expansión de su balance alrededor del inicio de 2022, lo cual podría llevar a un fortalecimiento del dólar estadunidense.