Cannes. En Annette de Leos Carax, una ópera rock encantadoramente demente, Adam Driver canta en algunos lugares extraños. En una moto. En el mar. En medio de hacer el amor.
Como era de esperar, Annette causó revuelo en la 74 edición del Festival de Cine de Cannes, donde su estreno la noche de apertura provocó una amplia gama de reacciones. Y previsiblemente difirieron las opiniones sobre este musical absurdo pero sincero de 140 minutos de elaborado melodrama, compuesto por Sparks (el dúo pop Ron y Russell Mael) y coprotagonizado por una bebé resplandeciente (Annette) representada en forma de marioneta.
Pero si alguien puede coincidir en algo sobre Annette, es que Driver es realmente bueno en ella. Extraordinario, incluso. Para un actor propenso a lanzarse de lleno a la visión del cineasta, tal vez sea un nuevo pináculo de compromiso riguroso. Hasta en las escenas más extravagantes de Annette, Driver es ferozmente dedicado e intensamente físico. ¿Y esos lugares más inusuales para cantar, como en medio de sexo oral? Otra nueva experiencia.
“Se siente muy singular”, dijo Driver. “Como: no volveré a hacer esto... lo más probable”, agregó, en una entrevista a Ap.
Pero Annette es algo diferente incluso para el ecléctico Driver. Se comprometió a hacerla hace siete años luego que Carax, lo contactara tras haberlo visto en la serie Girls.
“He estado hablando sobre esta película durante siete años”, indicó Driver. “Así que también me da una sensación de alivio que alguien pueda verla, en algún lugar. Me siento aliviado de que saldrá”.
Annette se estrenó en cines el pasado 6 de agosto y el viernes 20 de agosto llegará a Amazon Prime.
La mezcla de las sensibilidades de Carax y Sparks es difícil de describir, pero todo en Annette es realzado, surrealista, autoconsciente –excepto por las actuaciones. “Incluso si se siente surrealista, no puedo actuar de manera surrealista”, expuso Driver.
Por primera vez, Driver funge como productor. Se quedó con Annette a pesar de que significaba esperar siete años, lo mismo que duró su carrera en Star Wars.
“Cuando alguien así quiere que hagas una película, ¿cómo no hacerla? Es tan obvio. Sólo trato de hacer cosas que en mi mente son obvias”, declaró Driver. “No siempre he seguido mi propio consejo, pero tiene que ser muy obvio. ¿Quieres trabajar con los hermanos Coen? Sí, obviamente. ¿O con Scorsese en Japón? Claro, por supuesto. Así que fue fácil mantener el compromiso”.
Driver estaba enamorado de la célebre fantasía de Carax de 2012 Holy Motors, que al igual que Annette trata sobre la imaginación y la naturaleza de la interpretación.
“En todas sus películas sus actores parecen tener mucha libertad, y eso resultó ser cierto”, expuso. “También sabe equilibrar eso con una coreografía increíble. Le gusta elegir detalles de impulsos y luego, de pronto, coreografiar un baile. Cuando veo sus películas, parecen libertad”.