La calle más concurrida del país, Francisco I. Madero, donde diariamente transitan 220 mil personas en promedio, será un espacio cien por ciento libre de humo de tabaco, y quien no cumpla con esta disposición podría ser sancionado hasta con 2 mil 688.60 pesos, informó la coordinadora de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow Deloya.
Con la donación de 200 mil pesos por Refleacciona con Responsabilidad se elaboraron y colocaron 28 calcomanías en el piso e igual número de letreros en los postes, los cuales respetan el patrimonio histórico y fueron autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Durante un mes y medio se hará una campaña informativa y después los policías auxiliares desplegados en la zona remitirán a los infractores ante un juez cívico, donde se les impondrá una multa de entre 10 y 30 unidades de cuenta, es decir, de 896.20 a 2 mil 688.60 pesos.
Aclaró que esta iniciativa, pionera en América Latina, no aplica en establecimientos mercantiles ni terrazas, lugares que continuarán rigiéndose por las medidas establecidas en la Ley para la Protección de los No Fumadores.
La Organización Mundial de la Salud informó el año pasado que los fumadores tienen más probabilidad que los no fumadores de desarrollar síntomas graves al padecer Covid-19, por lo que se decidió impulsar este proyecto en uno de los espacios de mayor concurrencia, dijo.
Sergio Cruz, vecino de la zona, consideró que esta iniciativa dará valor agregado a esta calle y la proyectará a nivel internacional, pues “ahora, además de recorrerla, comprar o comer aquí, se cuida la salud de quienes la visitan”.
En 2000 se inició la recuperación integral del Centro Histórico durante la gestión del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que continuó su sucesor, Marcelo Ebrard Casaubon, al hacer peatonal la calle Madero.
El gobierno actual retomó los esfuerzos de reordenamiento que “se perdieron en una de las administraciones” y ha logrado la reubicación de las botargas y estatuas humanas, el retiro de masajistas y la disminución de volanteros autorizados, destacó.
Las personas que se han hecho acreedoras a sanciones por las fotocívicas, que van de 187 a 230 a la semana, “nos ayudan a llevar de mejor forma los flujos de personas, otorgan gel y cubrebocas a quienes no lo portan”, y podrían sumarse quienes sean sancionados por fumar en esta zona.
Se trata, explicó Ricardo Alemi, director del área de salud y bienestar de Refleacciona, de propiciar que la calle más importante de la ciudad y del país sea un espacio libre de humo y contribuir a una cultura de la salud, “es un sueño que queremos se convierta en realidad”.