Ciudad de México. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, emanado del partido Movimiento Ciudadano, cambió radicalmente su discurso y dijo que su interés es que sea resuelto el abasto de agua “en mi ciudad” de Guadalajara, a pesar de que el año pasado firmó un convenio –refrendado hace unos meses– con su homólogo panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, para que ambas entidades se repartieran el agua que en un futuro se almacene en la presa El Zapotillo.
El sábado anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la comunidad Temacapulín, del municipio de Cañadas de Obregón, donde anunció una consulta a los pobladores para determinar si el proyecto de El Zapotillo continuaba. Se comprometió a que esa población, al igual que Acasico y Palmarejo, no se perjudicarían con la presa y ofreció volver en un mes para conocer lo decidido.
Ayer, Alfaro dijo que lo planteado por López Obrador a los pueblos alteños fue una decisión tomada en conjunto entre los gobiernos jalisciense y federal.
Sin embargo, el 16 de junio pasado, Alfaro y Rodríguez enviaron una carta a López Obrador con una “solución definitiva” para que ambas entidades reciban agua de El Zapotillo, refrendando el “Acuerdo de Entendimiento para el Aprovechamiento de las Aguas del Río Verde” que los dos firmaron el 29 de junio de 2020 para repartirse el líquido del embalse.
En tanto, Rodríguez consideró “urgente” reunirse con López Obrador, precisar con él las opciones para dotar de agua a la ciudad de León y definir qué pasará con los recursos que Guanajuato invirtió en El Zapotillo.
Advirtió que de no concretarse la entrega de agua a León, Guanajuato, no estaría obligado a entregar líquido de la presa Solís a la laguna de Chapala, como se acordó con Jalisco en 1995.
“Si se cae el decreto, se cae con derechos y obligaciones”, abundó Rodríguez en conferencia de prensa que ofreció este lunes con el alcalde de León, Héctor López, y funcionarios del Sistema Operador de Agua de esa ciudad.