Ciudad de México. El Museo de Arte Moderno (MAM) se encuentra cerrado al público debido a que atraviesa una primera etapa de remodelación, adecuación y mejoras a sus espacios. Los trabajos forman parte del proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, para cuya fase inicial se destinaron 50 millones 5 mil 532 pesos. Contempla desde la reforestación y saneamiento del jardín escultórico y las áreas verdes, hasta el reordenamiento de los espacios interiores, equipamiento y limpieza. Para 2022 se tiene prevista la segunda de un total de tres fases.

Entrevistada por La Jornada, Natalia Pollak, directora del MAM, expresa que desde su fundación, en 1964, el museo no había recibido una “atención integral de renovación y rehabilitación de sus espacios”.

Con la llegada de Pollak al recinto, en 2019, “trabajamos un diagnóstico de necesidades con el fin de fortalecer la infraestructura museística, ya que era apremiante frenar y corregir riesgos y deterioros por falta de inversión en el mantenimiento y en las mejoras del museo”.

La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la Ciudad de México hizo una licitación pública. En enero pasado comenzaron los trabajos sin cerrar totalmente el MAM, porque estaba Monumental: dimensión pública de la escultura, exposición curada por Pedro Reyes. En cuanto concluyó su estancia, el recinto cerró sus puertas el 13 de junio. El museo ha atendido al público por medio de una agenda virtual.

Para “rehabitar” el MAM se tenían que tomar en cuenta los 15 mil metros cuadrados de jardín con sus 79 esculturas. Con el fin de dar una “conservación preventiva” a 35 de éstas, en 2021 el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) destinó 985 mil 829 pesos, por conducto del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble. En 2019 ya se habían atendido siete obras. No todas las esculturas necesitan intervención.

Se recondicionaron las bancas y andadores en exteriores, ya que habrá nuevas rutas de circulación en el jardín, porque éste será de “acceso público”. Es decir, habrá una entrada desde Paseo de la Reforma que permitirá el visitante caminar libremente por el jardín sin pagar boleto o entrar a los edificios.

Además, fueron revisados los cedularios de cada escultura; estarán en español y Braille. También será posible descargar una aplicación con una explicación en lenguaje de señas, además de lectura fácil para diversos públicos. En una segunda etapa se atenderán la iluminación del jardín y un camino podotáctil para personas invidentes.

Las cinco cúpulas de fibra de vidrio, distribuidas en los dos edificios que constituyen el MAM fueron restauradas. En el segundo inmueble, con entrada desde la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, se recuperaron espacios expositivos en la sala Fernando Gamboa (segundo nivel). Allí se instalará la biblioteca con nuevo equipamiento y sólo libros especializados en arte para que sea de consulta e investigación. Habrá una sección de arte para niños. En la segunda etapa de las mejoras se instalará un elevador para sillas de ruedas.

Avance de 70 por ciento

En el primer nivel del edificio se creará un salón de usos múltiples para servicios educativos y actividades de mediación. El archivo histórico del MAM está en el proceso de ser clasificado y ubicado en la planta baja.

Se adquirió un montacargas para el movimiento de obra. Se han revisado y corregido los sistemas eléctrico, hidráulico, de aire acondicionado, deshumidificación e iluminación, y se reforzó el sistema de seguridad.

“Ya llevamos 70 por ciento de avance. La idea es reabrir de manera paulatina”, asegura Pollak. El convenio del Sobse tiene vigencia hasta el 31 de diciembre. Para mediados de noviembre, la directora del MAM espera abrir el jardín escultórico, así como dos exposiciones: la colectiva Paisajes fragmentados, curada por Jorge Reynoso Pohlenz, y Tiempos discontinuos, a cargo del equipo de curaduría del museo, una lectura de la colección permanente del recinto. En diciembre se abrirá en la sala Gamboa la exposición Indicios para una revuelta artística feminista.

Pollak agrega que “derivado del diagnóstico de necesidades de infraestructura, trabajamos con cuatro ejes rectores: que el MAM sea seguro, verde, inclusivo, abierto y expandido. Trabajar bajo estos núcleos rectores nos permite entablar nuevos diálogos y tener nuevas conexiones entre elementos discursivos con otros museos, y encontrar líneas de trabajo y exploración para desarrollar en conjunto cruces con acervos de otros museos que también habitan el bosque. Somos parte del nodo de artes visuales que se conforma en el Bosque de Chapultepec”.

El Museo de Arte Moderno fue proyectado por Pedro Ramírez Vázquez en colaboración con Rafael Mijares Alcérreca. De acuerdo con Pollak, la subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble del Inbal estuvo en contacto con la familia de arquitecto Ramírez Vázquez. Aclara: “La fachada no se ha intervenido para nada, ni se ha modificado. Todos los trabajos han sido de mejoras a la infraestructura. El proyecto ha estado siempre validado por la Dirección de Arquitectura del Inbal. Trabajamos muchos en este proyecto, desde la subdirección general de Patrimonio Artístico Inmueble”.