Ciudad de México. Acudir al Centro Histórico resulta caótico. La instalación de casas de campaña en Eje Central, las manifestaciones y las movilizaciones que a diario ingresan hacia el Zócalo han llevado a que la avenida Juárez sea de doble sentido y 5 de Mayo cambie y sea de oriente a poniente, generando confusión y molestia entre automovilistas.
La colocación de vallas en la calle Madero para ingresar a la Plaza de la Constitución ha obligado a trabajadores, visitantes y compradores a utilizar otras calles para llegar a su destino, lo cual les ha implicado invertir más tiempo.
Los usuarios del Servicio de Transportes Eléctricos también han incrementado sus tiempos de recorrido, debido a que los trolebuses comparten el carril de la línea 3 del Metrobús en Balderas, por el cierre de un tramo de Eje Central.
Las personas que logran “sortear los obstáculos” colocados por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana aprovechan para admirar de lejos la maqueta del Templo Mayor y las figuras de la cultura mexica instaladas en el Zócalo.
Cada vez resulta más difícil acudir al Centro Histórico, recorrer sus calles y admirar sus edificios, porque “todo está lleno de vallas metálicas, botes color naranja o torres azules que impiden el paso de la gente y nos hace rodear”, comentaron trabajadores.
La presentación de una credencial de la empresa donde trabajamos, dijeron, es la única forma de traspasar “esas murallas” antes de las 10 horas, después es posible cruzar por una de las cuatro colocadas sobre Madero.
Los demás deben ingresar por otras calles para llegar al Zócalo, donde 20 de Noviembre, en su cruce con Venustiano Carranza, “la mayor parte del tiempo está cerrada, al igual que Pino Suárez, entre Plaza de la Constitución y Venustiano Carranza”, señalaron.
El motivo: “las constantes manifestaciones y protestas”, como la de ayer por un grupo de mazahuas, quienes desplegaron sus mantas con su demanda de atención frente a la maqueta del Templo Mayor.
Su permanencia en el lugar llevó a que algunos vacunaran a sus hijos contra rubeola y sarampión, jornada de vacunación que se realizó también en la Alameda, informaron Miguel Jiménez y Karina de la Cruz, de la Secretaría de Salud.
La compra de mercancía en las calles ubicadas atrás del Palacio Nacional es “una odisea porque es difícil llegar con tantas vallas y tambos naranjas, y para colmo, hay que caminar más porque la estación Zócalo del Metro está cerrada”, explicaron comerciantes.
Cada día, arguyeron paseantes, “acudir a comer o dar una vuelta por el Centro o la Alameda es caótico, porque si no hay manifestaciones hay plantones, como en Eje Central, y caminando lo cruzas, pero sí vas en carro, es tardadísimo”.
Tal situación ha provocado que avenida Juárez sea de doble sentido y en Doctor Mora los automovilistas tomen avenida Hidalgo, Eje Central y Donceles para llegar al Zócalo o bien bajar del Zócalo por Venustiano Carranza hasta Reforma, dijeron.
La posibilidad de que los trolebuses circulen sin catenaria ha permitido que no se suspenda el servicio, aunque “debemos bajar de Eje Central a Balderas y compartir carril con el Metrobús para llegar a la Central Camionera del Norte, lo que lleva más tiempo”, expusieron conductores.