Lo hemos dicho y repetido en diferentes foros: si en México existe y se extiende una amplia y sólida comunidad de jazzófilos (cuatro generaciones ya de melómanos irredentos), es gracias a la radiodifusión de esta música, a los programas especializados que se producen a lo largo y ancho de todo el país. Y ahora que la niebla del virus ha vuelto a cubrir los días y las horas, la importancia y la trascendencia de estas emisiones se multiplican.
Entonces hicimos un breve recuento de los programas con mayor perfil en el país. Platicamos con los responsables de cada uno de ellos para saber de sus haberes en estos tiempos tan ciertos.
Sólo Jazz (Guadalajara). Sara Valenzuela (productora y conductora). De lunes a viernes, de 19 a 21 horas, por Jalisco Radio. XEJB, 96.3 FM, www.jaliscoradio.com.
Después de 29 años de estar al frente de Sólo Jazz, en Radio UdeG, Sara es invitada para asumir la dirección general de Jalisco Radio y se muda de estación con todo y programa.
“Ahora, con el cambio a Jalisco Radio –comenta la productora–, quería tener otras perspectivas, porque, finalmente, ciertas cosas me gustan más que otras, y sentía que era importante tener otras visiones del jazz. Entonces, ahora hago mi programa de lunes a viernes, y de 8 a 9 se quedó una barra de colaboraciones. El lunes se quedó Omar Ramírez con un programa de blues; me parecía importante que también hubiera esa rama. El martes está la colaboración de Alain Derbez, que también tiene muchos años haciendo su programa de jazz. Ese mismo día sale la colaboración de un músico mexico-alemán que vive en Colonia, José Díaz de León, con Chema en Colonia, en el que presenta toda esa escena experimental y avant garde de Alemania y de otras partes de Europa. Los miércoles tengo una colaboración de Aarón Cohen, que en alguna ocasión conociste en Tónica; es un erudito del soul, periodista y profesor de Chicago, y hace Chicago Calling, en el que presenta exponentes del soul desde los años 50 hasta los contemporáneos. Los jueves se emite The sound of Brooklin and Beyond, con Erik Deutsch, tecladista impresionante con otra visión de la escena de Nueva York. Y los viernes tenemos la colaboración de Juan González, que tú conoces de Cuernavaca, con una orientación un poco más clásica y más hacia el jazz latino. Está muy padre que tengamos toda esa variedad.”
Esta noche, jazz (Monterrey). Álvaro Suárez (productor y conductor). Lunes, miércoles y viernes, de 21 a 22 horas, por 102.1 FM, https://libertad102fm.radiostream123.com/
Este año, Álvaro cumple 34 años de llevar el jazz hasta Radio Nuevo León. Primero con el programa La herencia del jazz (1987-88), después con Sonidos jazzísticos (1989), hasta que en diciembre de 1989 dio inicio Esta noche… jazz.
–¿Crees que con el encierro por la pandemia se haya incrementado el número de escuchas en tus programas?
–Sí, sí creció. Las redes sociales lo dicen todo. Toda la gente que gusta del jazz habla del programa… no por mí, sino porque este espacio quedó solitario, pues Radio Universidad Autónoma de Nuevo León y la radio del Tec dejaron de transmitir jazz. Entonces nosotros somos los únicos. Bueno, la Universidad de Monterrey (UdeM) tiene más horas de jazz que Radio Nuevo León, pero sin locutor; pasan jazz de 11 a 3, y luego los domingos un chorro de horas de jazz. Me encanta escucharlos. Sólo hay una cortinilla que dice: “Todo el jazz y la música del mundo en Radio UdeM”, porque de repente también meten una onda caribeña o un bolero.
–Bien. Pero en qué creció tu audiencia.
–Sí. Es un fenómeno. Aparte de la pandemia y de que hay pocos espacios, también creció el número de músicos. Al haber más músicos, rodeados de amigos y familiares que quedan inmersos en el jazz, aunque no quieran, pues hay más audiencia y más comentarios, hay más peticiones, más llamadas, más WhatsApps, Un colega me bromea y me dice: “Lo que pasa es que la gente no tiene nada que hacer, por eso te escuchan.”
–Está mejorando el escenario del jazz en Monterrey.
–Creo que está igual. No empeoró, porque los músicos que dejan de tocar jazz, ya sea por la pandemia o porque tienen más trabajo en las bodas, fueron sustituidos por los nuevos músicos. No ha habido más lugares, ahí están los mismos tres lugares donde se toca jazz en vivo. Además, ha disminuido el apoyo que se daba para las artes. No hay ninguna efervescencia, pero tampoco está caído.
Desde febrero de 2011, Álvaro produce también El placer del jazz, los sábados de 21 a 22 horas. Por la misma estación, con “un esquema de puro jazz tranquilo”, según sus palabras.
(continuará)