Ciudad Lerdo, Dgo. El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió hoy a ambientalistas desistirse del amparo interpuesto contra el proyecto Agua Saludable para La Laguna, con objeto de que la obra se realice, pues expresó que no confía en el “podrido” Poder Judicial donde “priva una mentalidad ultra conservadora”.
El mandatario dejó a los gobernadores de Durango, José Rosas Aispuro, y de Coahuila, Miguel Riquelme, la negociación política para superar la oposición y planteó iniciar una amplia consulta del proyecto, que busca dotar de agua a nueve municipios de la comarca. Definió como fecha para recibir una respuesta aquí mismo el domingo 3 de octubre.
“Deberíamos tener para entonces resuelto lo de los amparos, porque si no, no nos alcanza el tiempo y no voy a ser, se los digo con claridad, rehén de nadie. El presidente no puede ser rehén de personas o de grupos, por poderosos, influyentes y combativos que sean”, acotó.
Cuestionó que hay quienes públicamente expresan su respaldo al proyecto, que cancelaría la extracción de 160 pozos de agua contaminada con arsénico, pero al mismo tiempo “están sonsacando o cuchileando a que haya oposición y amparos”.
Agregó que en esa fecha de octubre regresaría por el resultado de la consulta.
“Y ya vengo a que me digan en qué quedamos, si vamos para adelante o no es posible llevar a cabo el proyecto”, manifestó.
No obstante, Rodrigo Meza, de Pro Defensa del Nazas, acotó en entrevista que el amparo tiene que seguir e informó que el 23 de agosto un juzgado decidirá si continúa o no la obra.
Refirió que el recurso se presentó porque el proyecto afectaría el área natural protegida del Cañón de Fernández, donde se planea construir la planta potabilizadora.
“Es responsabilidad de todos llegar a un acuerdo y más que nadie el presidente debe ser ejemplo de que se deben respetar las leyes”, dijo en respuesta a la petición de López Obrador al desestimiento.
El presidente añadió: “Sí insisto, me gustaría que para el 3 de octubre ya no estuvieran vigentes o en proceso, en curso, esos amparos. Porque si están los amparos, aunque aquí se diga, ‘no hay problema, vamos para adelante’, amigos como siempre. De ninguna manera como enemigo, ni mucho menos como adversarios”.
Expuso que sí el Poder Judicial fuera confiable, “yo diría ‘no hay problema vamos al litigio, vamos a demostrar que no hay afectaciones’, pero no, nos metemos en eso, nos entrampamos”.
El mandatario dijo que si bien entiende que en el pasado existía desconfianza por que unos pocos acapararon el agua, “eso ya no sucede, ya no son esos tiempos, ya no es el tiempo en que el gobierno estaba secuestrando, tomado, al servicio de minorías. No soy un sirviente de potentados. Soy presidente de México, represento a todos, a ricos y a pobres”.