Con resultados electorales de claroscuros, el PAN inicia la renovación de su dirigencia nacional con duras críticas de los aspirantes, las cuales van desde que ya no hay democracia interna y todo se resuelve en acuerdos cupulares, hasta que esta fuerza política se ha convertido en un partido “chiquito” con un padrón de apenas 270 mil 623 militantes, es decir, un poco más del mínimo necesario para conservar su registro como partido.
Luego de que Acción Nacional se vendió por años como una fuerza política de ciudadanos y no de grupos corporativos como el PRI, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, señaló recientemente que el blanquiazul se cerró a la ciudadanía.
El partido debería estar abierto a cualquier persona que se quiera integrar, con filtros, evidentemente, pero no con un examen que nadie va a pasar, destacó el mandatario próximo a dejar el cargo y quien valora si entra a la contienda interna.
Para tomar una definición, el gobernador –ligado con el calderonismo– ha dicho que se ha reunido y dialogado con correligionarios. El mismo activismo registran los otros interesados en la jefatura panista, incluido el actual dirigente, Marko Cortés, quien antes de enfermar de Covid-19 mantenía una apretada agenda de trabajo, en la que resaltaban sus viajes a los estados gobernados por el PAN y sus encuentros con los mandatarios locales.
Cortés Mendoza no ha dicho públicamente si buscará la relección, pero en corrillos del instituto político se da por hecho que lo hará y que repetirá en el cargo, debido a las alianzas que ha construido con los líderes de las corrientes. Entre sus aciertos se menciona haber logrado que Margarita Zavala se sume a la bancada del PAN en San Lázaro.
Reflexión sobre los comicios del 6 de junio
En medio de la disputa interna y tras los comicios del 6 de junio pasado, Domínguez ha planteado la necesidad de hacer una reflexión profunda sobre lo que ocurrió en los comicios, pues ganar dos de las 15 gubernaturas que estuvieron en juego no puede ser bueno, resaltó.
La diputada federal Adriana Dávila, también aspirante a la dirigencia nacional, ha calificado los resultados electorales como catastróficos, aunque haya quien diga que se frenó a Morena y se le arrebató la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, cuando nunca la ha tenido, subrayó irónica en alusión a Cortés Mendoza.
Para la ex candidata a la gubernatura de Tlaxcala, uno de los principales problemas del PAN es que no hay democracia interna, pero esto no sólo es responsabilidad del actual presidente partidista, sino de todos, puntualizó.
La legisladora identificada con el calderonismo estimó que en todos los partidos se padece la falta de democracia interna porque es más fácil el acuerdo cupular.
Gerardo Priego, ex diputado federal y ex candidato a la gubernatura de Tlaxcala, también consideró que los resultados electorales no fueron satisfactorios.
“Es claro que tenemos que reconstruirnos, repararnos, hay que decirle a la sociedad que aceptamos los errores donde los tuvimos y que vamos a sancionar a quienes cometieron delitos representando al Partido Acción Nacional”, dijo en un video.
Refirió que hay sociedades a las que incluso el partido les tiene que pedir perdón, entre ellas la de Baja California, porque “no cumplimos con la responsabilidad de tener gobiernos aceptados”.