Quincy, California. Miles de viviendas en el norte de California están amenazadas por el incendio más grande de Estados Unidos, y las autoridades advirtieron de un elevado riesgo de que haya más incendios en el oeste del país debido al clima inestable.
Las tormentas eléctricas que se desplazaron por la zona a partir del viernes no produjeron mucha lluvia, pero sí incrementaron los vientos y generaron relámpagos en el norte de la Sierra Nevada, donde los bomberos combaten el incendio Dixie, que ya lleva un mes. El domingo se sentía de nuevo un calor extremo, con temperaturas que se preveía llegarían a 38 grados Celsius (100 Fahrenheit).
“Definitivamente aún enfrentamos la posibilidad de relámpagos. Hay vientos por todo el lugar. Las cosas van a estar bastante inestables durante los próximos dos días”, dijo Edwin Zuñiga, portavoz de los bomberos.
Ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora (50 millas por hora) el sábado impulsaron las llamas más cerca de Janesville, un poblado de unas mil 500 personas justo al oriente de Greenville, la pequeña comunidad de la época de la fiebre del oro que fue diezmada hace 10 días.
James Reichle huyó de Greenville y duerme con su perro en un remolque frente a una iglesia. Su vivienda sobrevivió a las llamas, pero él no ha podido regresar porque los caminos están cerrados. Dijo que lamenta lo ocurrido a sus vecinos en el centro de evacuación, los cuales lo perdieron todo.
“Estas son personas que no tienen vivienda o no tienen acceso a una vivienda. Yo aún tengo una casa en pie, sin daños. Pero no puedo ingresar a ella”, señaló el sábado.
El incendio Dixie es el más grande entre más de 100 grandes incendios que arden en más de una docena de estados del oeste del país, una región azotada por la sequía y un clima ardiente y seco que convirtió en yesca los bosques, matorrales, prados y pastos.