De entre la luz, a 500 años exactos de su caída, resurgió anoche la gran Tenochtitlan y con ella la grandeza de la cultura mexica, gracias al estreno del espectáculo de luz y sonido Memoria Luminosa, que se mantendrá en la plancha del Zócalo de la capital del país hasta el primero de septiembre.
Con 15 minutos de duración, consiste en un diseño de luces o videomapping proyectado sobre los muros de la maqueta monumental que reproduce al Huey Teocalli, edificio religioso más importante del pueblo mexica, cuyos restos se hallan a un costado de ese lugar.
Muestra los aspectos y momentos más significativos de esa cultura, como sus principales dioses, entre ellos Coatlicue, Huitzilopochtli, Coyolxauqui y Quetzalcoátl; el mito de la fundación de México-Tenochtitlan; el desarrollo de ese pueblo como un imperio y su hegemonía; la llegada de los españoles y el encuentro entre Moctezuma y Cortés; el episodio de la Noche Triste, y la caída de esa imponente urbe.
Entre una pirotecnia lumínica, se aprecian en tercera dimensión el movimiento zigzagueante de una imponente serpiente emplumada en colores rojos y verdes y las efigies de aquellas deidades aztecas, para concluir con un mosaico de rostros humanos representativos de la pluriculturalidad del México actual.
Con una altura de 16 metros, la maqueta del Huey Teocalli es una réplica a 35 por ciento del tamaño original de ese edificio, la cual fue realizada de acuerdo con recientes investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Su construcción forma parte de las conmemoraciones de los 500 años de la resistencia indígena en México-Tenochitlan.
Memoria Luminosa, cuyas funciones diarias serán gratuitas, podrá disfrutarse hasta el primero de septiembre, en tres horarios: 20:30, 21:00 y 21:30 horas.