Las “acusaciones de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y en su mayoría de la más elemental buena fe”, afirmó el presidente Andrés manuel López Obrador al encabezar la ceremonia con la cual entró en operación la restructuración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y la designación del primer comandante del Ejército mexicano.
El mandatario agregó que no se ha militarizado el país, porque “no se ha ordenado a las fuerzas armadas que hagan la guerra a nadie, no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y mucho menos que se involucren en actividades represivas o violatorias de los derechos humanos”.
Lo anterior durante el acto realizado en el Campo Militar Marte, en donde pasó revista a tropas militares con motivo de la entrada en funciones de la Comandancia del Ejército mexicano, en el cual anunció que si el Poder Legislativo lo aprueba, se realizarán modificaciones legales que permitan que la Guardia Nacional se una a la Sedena, como lo establece el proyecto integral de restructuración de la Defensa Nacional, que fue dado a conocer por La Jornada en julio pasado.
Reconoce apoyo
El Presidente se refirió a la importancia que tiene la restructuración de la Sedena y lo que ha implicado para su gobierno la colaboración militar: “sin la ayuda de las fuerzas armadas no podíamos haber realizado la reconstrucción o terminación de hospitales que los gobiernos corruptos o neoliberales dejaron a medias.
“Que se oiga bien, que se oiga fuerte”, dijo, y reconoció las labores en que participan los integrantes de las secretarías de Marina Armada de México y la Defensa Nacional, como es proporcionar ayuda a la población afectada por huracanes, inundaciones, temblores, incendios y otros siniestros, combatir a la delincuencia organizada, la construcción del Tren Maya, del nuevo aeropuerto de Tulum y del moderno y monumental aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía”, así como combatir la corrupción en las aduanas.
En tanto, el titular de la Sedena, el general Luis Cresencio Sandoval, afirmó que estos cambios a la institución armada responden a una necesidad “para cumplir con las misiones que tiene asignadas para servir al pueblo de México”.
Explicó que entre otros cambios de fondo, quien ocupe la titularidad de la Sedena se hará cargo –en el ámbito operativo– de atender los temas y compromisos a nivel de Ministerio de Defensa, mientras que el comandante del Ejército de los compromisos en el ámbito que corresponde a una fuerza armada.
De las modificaciones se pusieron en marcha sin que existiera un decreto o reforma constiotucional, y durante su discurso, Sandoval González mencionó que se trabaja en la adecuación legislativa que permitirá empatar la transformación administrativa y operativa “para armonizar los cambios”.
De esta manera, por primera vez, el Ejército cuenta con un comandante, y el nombramiento recayó en el general Eufemio Alberto Ibarra Flores, quien aseguró que para el cumplimiento de su cargo se enfocará “en el desarrollo de la fuerza armada, con especial atención en la generación de doctrina, adecuación de las tácticas y el análisis de lecciones aprendidas, y se dará prioridad al impulso de un adiestramiento realista y práctico; estandarización y modernización del equipo y un trabajo sustentado en el respeto irrestricto de los derechos humanos”.