El proceso de la Conquista de México tiene un doble sentido: no debe entenderse como un sometimiento de Europa a América, sino del papel que tuvo esta última en vías de su nueva conformación aunado a la influencia de nuevas culturas.
Así lo postuló el investigador Antonio Rubial García durante la conferencia magistral La otra Conquista: de la influencia de la Nueva España en el Mundo, cuya transmisión se realizó este jueves en las redes sociales de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La iniciativa formó parte del segundo y último día de la jornada de Humanidades La Conquista: Revisiones incómodas, organizada por la máxima casa de estudios, como parte de su programa conmemorativo de los 500 años de la caída de la gran Tenochtitlan.
“La idea de que la Nueva España fue un territorio que no aportó nada al mundo porque era un país conquistado es ‘errónea’. Ahora tenemos otra visión de la urbe indígena que refleja plena actividad: se convirtió en un centro importante de la globalización”, sostuvo el historiador.
“Su importancia geopolítica radica en que tenía mares hacia los dos océanos (Atlántico y Pacífico), y no solamente fue un puente de comercio en todo el planeta, sino también fue relevante en otros ámbitos.”
El también doctor en filosofía por la Universidad de Sevilla destacó que la colonia novohispana fue un centro minero que para el siglo XVIII producía 60 por ciento de toda la plata en el mundo. Esto permitió al virreinato multiplicar interconexiones con China y Europa.
“Sin embargo, ya desde antes se trasladaba de América a Europa el maíz, el tomate, el cacao, aunque fue un proceso lento. El chile, por ejemplo, también llegó a Asia procedente de América”, puntualizó.
“Tenemos a una Nueva España que interconectaba continentes, sede de un intenso comercio a través de los puertos de Veracruz y de Acapulco. Desde entonces, la acumulación de metal era fundamental para el intercambio internacional de bienes.
“El descubrimiento de América (en buena medida) se dio no solamente por la búsqueda de las especias, sino también de los minerales. La plata y el oro fueron necesarios para el impulso capitalista, pero, además, fueron fundamentales para la inserción de la Nueva España en el mundo.”
Rubial García subrayó que la colonia novohispana fue un factor determinante para difundir varios elementos de las culturas prehispánicas. “Se abastecía de información básica a Europa sobre los indígenas mesoamericanos y sobre los códices que se fabricaron en el siglo XVI.”
El historiador precisó que un rubro importante de difusión durante la conquista fue la imprenta, medio “revolucionario” de transmisión de conocimientos y, sobre todo, ajeno a la realidad europea.
“En el siglo XVI, varias imprentas mexicanas publicaron vocabularios, sermonarios y catecismos en lenguas indígenas. Al estar impresos, estos materiales circularon por todo el mundo. Los grandes estudios que se hicieron sobre lingüística comparada en el siglo XVIII y XIX tomaron en cuenta estos diccionarios que en su mayoría elaboraron los frailes.”
Durante su intervención, el experto medievalista Martín Ríos Saloma, quien participó de moderador, recalcó que estudiar los beneficios económicos y artísti-cos procedentes de la cultura novohispana es introducirse en una urbe profunda de conocimiento histórico que permite completar la imagen del mundo tal como lo conocemos hoy día.
“Las aportaciones de la cultura novohispana al mundo no fueron pocas (…) son muy importantes y aún se mantienen en pleno 2021.”
Uno de los propósitos de la jornada virtual de Humanidades La Conquista… fue desterrar y revalorizar la visión simplista, nacionalista y deformada que impera en la sociedad con respecto a ese proceso histórico, pues se debe comprender que la integración de la Nueva España al conjunto de la monarquía hispánica “estuvo marcada por profundas rupturas, pero también por la permanencia de los elementos culturales indígenas y la imposición-adopción de nuevos elementos que acabaron conformando el país que hoy es México”, citó el cartel promocional.
Las conferencias, cápsulas informativas y videorreportajes que articularon este ciclo cultural se pueden consultar en las plataformas digitales de Humanidades UNAM.