José Luis Tamayo Barbosa es uno de los primeros animadores de México, aunque su legado es más reconocido por ser el autor de la emblemática ilustración de Cri-Cri, El Grillito Cantor que protagoniza el universo fantástico imaginado por el compositor Francisco Gabilondo Soler.
El ilustrador dejó sus estudios tras la muerte de su padre y empezó a trabajar una empresa estadunidense instalada en México haciendo calcas de dibujos en acetatos. Ahí se acercó al director de la compañía, Ernesto Terrazas, quien además era dibujante de Disney. “Fui su asistente y así me fui dando cuenta de la forma de elaborar los storyboard para que sean graciosos, hacer modelos y esas cosas”, explicó el animador en entrevista.
Complementaba sus conocimientos con lo que veía en el cine. Más tarde pasó a realizar escenografías, cuyo proceso todavía recuerda, “se empieza una idea y luego se plasma en una serie como historieta, después ya se sacan las ideas y se planea una escenografía, o sea los layouts”, describió.
Una vez que la empresa de animación terminó de instalarse, Tamayo se quedó como director de la compañía.
A su vez, el penúltimo día que estaría abierta la convocatoria de Reader’s Digest para dar forma a Cri-Cri, el personaje de Gabilondo Soler, José Luis Tamayo empezó a bocetar. “Hice dos bocetos, más o menos me gustaron, eran ya como las 12 de la noche. Al día siguiente me levanté temprano y me puse a trazar otra vez y a perfeccionar el boceto porque el sistema yo ya lo dominaba y lo llevé de volada”, contó.
Tiempo después le avisaron que él había ganado el concurso. “Hice un grillito que tenía la pancita rayada, ése fue el que se quedó”, indicó.
Era 1962, y en aquella época la música de Gabilondo Soler ya era conocida por una gran parte de la infancia mexicana. También se sabía que el compositor veracruzano no era fanático de los dibujos, había rechazado la oferta de Walt Disney para comprar los derechos de sus canciones y a sus personajes, pero el diseño de Tamayo fue bien recibido.
El Cri-Cri hecho por Tamayo se tomó como inspiración de diversos elementos. Decidió usar los colores de la bandera mexicana. “Como es un insecto, que tenga la apariencia de un concertista. Cuando se presentan ante el público entran muy sonrientes, con unos pasos muy garbosos, muy altivos y muy simpáticos”, explicó el ilustrador.
Para crear el frac del grillito concertista, Tamayo aprovechó la anatomía de muchos insectos, usando las alas como referencia para la prenda. El ilustrador incluso pensó en cómo sería el mundo de Cri-Cri, “agarró una hojita y una varita de las que están tiradas en el suelo, y así hizo su violín”.
A pesar de ser el autor del alterego de Gabilondo Soler, el animador nunca tuvo una relación con el compositor. Sin embargo sí que llegó a encontrarse con él en un par de ocasiones. La primera en la XEW, siendo Tamayo todavía un niño pudo ver al músico grabando un programa; y la segunda fue después de haber hecho el dibujo de grillito, en los Estudios Churubusco, mientras el veracruzano observaba el rodaje de una película. José Luis lo vio pero parecía molesto, así que no se atrevió a acercarse.
José Luis siguió trabajando durante muchos años en cuestiones de animación. Llegó incluso a fundar su propia compañía, Tamayo Animación. Cuando se retiró, el ilustrador empezó a hacer dibujos sobre el cuidado del planeta, pero tambiéndiseñó el resto de los personajes de las canciones de Cri-Cri. A sus 88 años, Tamayo Barbosa, se dedica a escribir narraciones pensadas para ser películas.