Caracas. “No nos someteremos a chantaje de ningún tipo”, advirtió ayer el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al aseverar que su gobierno acudirá hoy a un diálogo con la oposición en México de manera autonóma e independiente, al agradecer los buenos oficios de los gobiernos noruego y mexicano en este proceso.
“Haremos lo que corresponde para la felicidad, independencia y paz de Venezuela”, enfatizó el mandatario, quien reiteró su voluntad de resolver las diferencias internas por vías democráticas y avanzar en la consolidación de la paz y la reconciliación nacional.
Desde el Palacio de Miraflores, Maduro reiteró que “Venezuela no se rinde ante los chantajes arrogantes de los miembros del imperialismo estadunidense”. Aseguró que la delegación de su gobierno se reunirá con quien deba hacerlo, ya que es el único camino para dirimir los conflictos, reportó el gobierno venezolano en su página web.
Agregó que para la mesa de diálogo en México instruyó a la vicepresidenta Delcy Rodríguez a expedir las “cartas firmadas de poderes plenipotenciarios que da el gobierno y el Estado de Venezuela al doctor Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional) como enviado a los diálogos de paz”. El hijo del mandatario, Nicolás Ernesto, también estará en la delegación.
De acuerdo con el comunicado, Maduro “destacó que el diálogo con sectores de la derecha extremista perseguirá la búsqueda de “soluciones soberanas”, así como un cronograma electoral sólido y la recuperación integral de la patria.
“Vamos a dialogar hasta con el diablo, con la cruz, con el agua bendita, con la bendición de Dios. Ese es el camino, el diálgo”, recalcó.
Agradeció los buenos oficios de los gobiernos de Noruega y México en la construcción de un mecanismo de concertación política en Venezuela, y declaró que en la mesa el gobierno presentará formalmente tres exigencias vinculadas al levantamiento de sanciones, el reconocimiento de las autoridades legítimas y constitucionales de Venezuela y la renuncia a actos de violencia y conspiración de la derecha.
Por lo pronto, representantes del gobierno y la oposición declararon a la agencia de noticias Reuters que el diálogo comenzará hoy en la capital mexicana con la mediación de Noruega.
Una fuente de la oposición venezolana que participó de las reuniones preparativas y solicitó el anonimato reveló que está previsto iniciar el diálogo hoy. Otras dos fuentes, una del gobierno venezolano y otra de la cancillería mexicana, confirmaron el inicio de las conversaciones.
El regreso a la mesa representa un cambio de rumbo para la oposición, que en el pasado acusó a Maduro de utilizar el diálogo para ganar tiempo y aliviar la presión internacional. El gobierno venezolano abandonó las pláticas de 2019 en Barbados y Noruega, luego de que Estados Unidos endureció las sanciones en su contra.
Sin embargo, algunos dudan de los resultados de esta nueva ronda.
“No existen condiciones para que las negociaciones puedan dar el gran cambio y quitar al chavismo del palacio presidencial e inmediatamente restaurar la democracia”, opinó Maryhen Jiménez, académica del Latin American Centre de la Universidad de Oxford en una nota de la revista Americas Quarterly.
La administración del presidente estadunidense, Joe Biden, que ha dicho que revisa las sanciones que heredó, no ha relajado las medidas a los sectores financiero y petrolero de Venezuela y ha mantenido el apoyo a Juan Guaidó, quien se proclamó “presidente legítimo” en enero de 2019 y es reconocido por unos 50 países, pero ese apoyo ha ido perdiendo bríos.
El soporte de los militares y de China y Rusia ha sido fundamental para que Maduro conserve el poder.
El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, declaró ayer: “Hemos sido claros en que el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo”.
Hacerlo “requiere que el régimen de Maduro participe en discusiones sinceras con la oposición –liderada, por supuesto, por el presidente interino Juan Guaidó– que resulten en una solución negociada integral a la crisis venezolana”, añadió.
A lo que el canciller Jorge Arreaza repondió con un tuit en el que indicó que “la arrogancia de Washington es estructural, no importa quién esté en la Casa Blanca. Los asuntos internos de Venezuela son soberanos. No nos interesan sus opiniones. Las sanciones son sencillamente ilegales y criminales. No aceptamos chantajes de nadie. Mind your own business!”
De acuerdo con las fuentes consultadas, las conversaciones en México contarán también con la participación de delegados del gobierno ruso.
La comitiva opositora estará integrada por el ex alcalde y abogado Gerardo Blyde; el embajador designado por el Parlamento de 2015 ante Colombia Tomás Guanipa, quien será representante de Henrique Capriles; el embajador de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio, y el ex parlamentario Stalin González; entre otros.
“Buscar soluciones a la crisis que vive nuestro país es una necesidad que está por encima de todo. El mejor camino es trabajar sobre todos los mecanismos constitucionales. Vamos a México a luchar por espacios de democracia, para que los venezolanos podamos elegir nuestro destino”, expresó González.
En este contexto, el gobierno de Maduro rechazó ayer un informe de la antigua fiscal general de la CPI, Fatou Bensouda, quien dijo en un documento que data de diciembre pasado y hecho público hoy, que existe “base razonable” para creer que se cometieron crímenes de lesa humanidad durante las protestas de 2017, pero que necesitaba observar si Caracas llevaba a los responsables ante la justicia.