La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acudió ayer al empobrecido barrio de San Isidro, en el corazón de La Habana Vieja, donde se reunió con autoridades y líderes locales con la finalidad de fortalecer el trabajo social, al cumplirse un mes de inéditas protestas antigubernamentales en la isla.
Durante el encuentro, celebrado en el deportivo Jesús Montané Oropesa, Díaz-Canel y su primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dialogaron con los residentes sobre la actividad comunitaria, la importancia de la participación de la población en la solución de problemas locales, la activación de la vida social y el trabajo.
También se abordó el vínculo de proyectos locales con actividades de ciencia e innovación para productos naturales de salud en centros de Educación Superior, la obtención de material de construcción, la recreación y el empleo juvenil, al tiempo que se reafirmó la necesidad de mayor divulgación de estas tareas en redes sociales.
Díaz-Canel reafirmó tras escuchar las experiencias y dificultades de este sector de la capital que se debe “trabajar con las comunidades, mostrándoles respeto, aprovechando el talento, la voluntad y compromiso y la espiritualidad empleando la ciencia y uniendo el aporte de las instituciones y de actores de la comunidad”.
Al finalizar el encuentro, que duró unas tres horas, el mandatario recorrió el barrio habanero para dialogar con la comunidad, además visitó la primaria Fabricio Ojeda, el gimnasio de boxeo Rafael Trejo, la ciudadela de la calle Cuba, el centro audiovisual Tomás G. Alea y el centro literario Leonor Pérez.
La visita de Díaz-Canel ocurre a un mes de las manifestaciones del 11 y 12 de julio en la isla, que en su mayor parte se organizaron a través de las redes sociales, que provocaron un muerto, heridos y detenidos, y también a casi nueve meses de la protesta por la libertad de expresión de 300 disidentes del Movimiento San Isidro frente al Ministerio de Cultura en La Habana.
El mes pasado, justo cuando se llevaban a cabo las protestas, Díaz-Canel acudió a San Antonio de los Baños, cerca de esta capital, y habló con los vecinos que protestaban.
El Senado de Estados Unidos aprobó el pasado martes una enmienda de los republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, que busca crear un fondo para desarrollar y desplegar la tecnología en la isla con el objetivo de proveer de Internet a los cubanos, iniciativa impulsada por el presidente Joe Biden en el contexto de las recientes protestas.
En esa misma línea, los departamentos del Tesoro y del Comercio de Estados Unidos emitieron el miércoles una hoja informativa que detalla los pasos para las concesiones de licencias a los servicios de Internet y telecomunicaciones relacionados con Cuba.
El canciller cubano, Bruno Rodrígues, denunció en Twitter la “agresión del Senado de Estados Unidos mediante una enmienda sobre Internet en Cuba, que contribuye al lucrativo negocio de la maquinaria política-subversiva en Florida”. Agregó que el bloqueo económico impuesto por Washington desde hace seis décadas “es el obstáculo fundamental al acceso libre y soberano del pueblo cubano a Internet”.