Ciudad de México. México abrió la posibilidad de emplear una línea de crédito ofrecida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer pagos anticipados a la deuda externa, la cual creció marcadamente en los dos sexenios anteriores, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A pregunta expresa sobre el caso Brasil, con una deuda equivalente a más de 80 por ciento de su producto interno bruto (PIB), el mandatario precisó que en el primer año de su administración se bajó el porcentaje de la deuda pública a 44 por ciento del PIB, pero con la crisis vinculada a la pandemia subió hasta 52 por ciento y ahora se ubica en 49 por ciento del PIB.
Recordó que entre las administraciones de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto la deuda se duplicó. “Yo no quiero eso –a pesar de la pandemia– no quiero el doble”, sostuvo.
En cuanto a la oferta del FMI expresó que entregará a todos los países miembros créditos a tasas bajas, en una bolsa total de 650 mil millones de dólares, como fue aprobado por el organismo multilateral a inicio de este mes, al anunciar una asignación de derechos especiales de giro (Degs, los activos de reserva internacional del organismo).
“El FMI entregará recursos a todos los países miembros. Van a otorgar créditos a tasas bajas por 650 mil millones de dólares. En el caso de México le corresponden alrededor de 12 mil millones de dólares (por esa asignación especial), este es un recurso que va al Banco de México para las reservas; nosotros podríamos utilizar ese recurso para que no esté sólo en las reservas, porque han crecido mucho ya las reservas; además, pagan muy poco rendimiento, entonces tienen mucho dinero y reciben poco rendimiento. Nosotros podríamos utilizar esos recursos para pagar deuda por anticipado”, señaló.
El objetivo, añadió el Presidente, es no aumentar la deuda del país porque eso significa elevar el pago de intereses e hipotecar el futuro de las nuevas generaciones y, en ese mismo sentido, tampoco se debe derrochar la reserva petrolera.
“Y no tenemos ningún pleito con el Fondo Monetario Internacional – aseguró– sólo que no estamos de acuerdo en sus recomendaciones”.
Previamente, López Obrador había subrayado que el FMI ya no dicta la agenda de México, como ocurrió en el periodo neoliberal, y los resultados fueron un rotundo fracaso, crisis para México y otras naciones, recientemente están los casos de Colombia y Argentina, de lo cual el organismo no se hace responsable.
Entonces, subrayó, continuaremos con una política distinta, de no endeudar al país para rescatar a los potentados, con la idea peregrina, con el sofisma de que si llueve fuerte arriba, gotea abajo, lo cual es una tomadura de pelo.
Aseveró que si la economía mexicana cayó en 2020 “ya estamos por salir”, con la recuperación de empleos, estabilidad en el peso, “y no nos hemos endeudado más allá de lo que nos autoriza el Congreso, es decir, no se han solicitado créditos adicionales”.
En noviembre pasado, la Secretaría de Hacienda y el Banco de México informaron que el FMI ratificó que México cumple con todos los criterios para acceder, en caso necesario y sin condición alguna, a los recursos de la denominada línea de crédito flexible.