Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió ayer en Palacio Nacional a funcionarios del gobierno de Estados Unidos encabezados por Jake Sullivan, asesor en seguridad nacional del presidente Joe Biden, con quien “se acordó establecer una ruta de trabajo para un posible encuentro” entre los dos mandatarios, además de pactar la reactivación del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) a partir del 9 de septiembre, mismo que estaba detenido desde 2016.
Por la tarde, la delegación estadunidense, en la que también participó Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional del país vecino, se reunió con un grupo de funcionarios mexicanos liderados por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard –quien también estuvo presente en el encuentro posterior en Palacio Nacional– para analizar las alternativas de apertura de la frontera común y tratar temas migratorios.
Al concluir la conversación entre el jefe del Ejecutivo federal y Sullivan, la oficina de la Presidencia indicó por medio de un comunicado que “se reconoció el trabajo realizado con la nueva administración estadunidense a sólo siete meses de iniciada, lo cual ha facilitado el diálogo político y las acciones comunes para asegurar el bienestar y seguridad de los habitantes de la región norteamericana”.
Por la mañana, en su conferencia de prensa diaria, López Obrador había expuesto que la plática telefónica que sostuvo el lunes con la vicepresidenta Kamala Harris fue el prólogo a los encuentros de ayer, y desde la conversación corroboró que al país vecino le importa reabrir por completo la frontera entre las dos naciones, cerrada parcialmente por la pandemia.
Reunidos a media tarde en la cancillería, los funcionarios estadunidenses y mexicanos analizaron los datos sobre flujos migratorios en la región, tras lo cual coincidieron en ampliar la cooperación para que éstos sean “ordenados, seguros y regulares con respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y solicitantes de asilo”, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La parte mexicana refrendó el llamado a invertir en políticas públicas enfocadas a la generación de empleo en la zona norte de Centroamérica a corto plazo. Los estadunidenses se pronunciaron por ampliar la colaboración y “trabajar con México para avanzar en la gestión del fenómeno migratorio desde una visión regional”.
A su vez, Ebrard expuso, igualmente en la conferencia matutina, que la reactivación del DEAN busca que ambos países presenten cada año las prioridades en materia económica en la relación bilateral, analizar las cadenas de valor que pueden integrarse y plantear iniciativas de cara a las estimaciones de la evolución de las economías.
Se trata de que en Norteamérica se homologuen planes como, por ejemplo, en el sector automotriz, para que “seamos los que tengamos el avance más significativo a nivel mundial, como hoy ya ha estado ocurriendo” en este ramo.
Ebrard agregó que con el cierre parcial de la frontera, el mayor impacto ha sido para Estados Unidos, por lo que confió en llegar a acuerdos pronto, principalmente tras los avances en la vacunación en México contra Covid-19. No obstante, anticipó que concretar una reapertura para el 21 de agosto no parece factible, y plantear esta meta “sería alimentar una expectativa que no tenemos fundamentos para decir que se va a llevar a cabo”.