La oficial nacional de Desarrollo Económico y Social del PNUD en México, Cynthia Martínez, denunció que el sistema de protección social y laboral en el país “está exacerbando la desigualdad social en lugar de disminuirla, pues los programas son insuficientes”.
Insistió en que la configuración actual de la seguridad social en México no es funcional pues las personas que ganan menos subsidian a las que ganan más”. Lo anterior, en la presentación del Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en América Latina y el Caribe.
Por ello, subrayó, es necesario transitar hacia sistemas de protección social y laboral más incluyentes y efectivos, que aumenten los derechos sociales de las personas e incrementen la productividad. “Una forma de hacerlo es pensar en la universalidad del sistema de protección social”. Explicó que para realizar el estudio sobre México, se hizo la pregunta: “ ¿Qué tan eficaces son la protección social y la regulación laboral para proteger a la población contra riesgos y reducir las desigualdades ?”.
Para responderla, refirió, es necesario caracterizar el sistema de protección social en el país, el cual está directamente vinculado con el estatus laboral de las personas. Explicó que en México existe la seguridad social contributiva, la cual depende de las personas empleadas en el sector formal que representan menos de 50 por ciento de la población.
La experta del PNUD detalló que la seguridad social no contributiva contempla justamente los vacíos que deja la seguridad social contributiva al proteger a aquellas personas que no se encuentran en el esquema de la formalidad, por lo mismo constituye también un subsidio a la informalidad pues se accede a servicios sin hacer aportaciones a éstos.
El estudio indica que más de la mitad de la población del país trabaja en la informalidad y sin embargo no significa que esta población se encuentra en situación de pobreza. Asimismo, no es pobre más de 33 por ciento de la población que tiene acceso a programas de seguridad social no contributivas. “Si bien, la mayoría de las personas que trabajan en la informalidad no están en situación pobreza. Lo que sí es de reconocer es que prácticamente todas las personas que están en situación de pobreza sí trabajan en la informalidad.
Marcela Meléndez, economista en jefe del Buró Regional para América Latina y el Caribe del PNUD, sostuvo que nuestra región es la segunda más desigual del mundo, debido a factores como la concentración de poder, la violencia y los sistemas de protección social que no funcionan bien.
Dijo que América Latina es la zona más violenta del mundo. “La desigualdad fomenta la inseguridad, ésta genera desigualdad, la violencia afecta de manera desproporcionada a la población que estaba desde antes en situación de desventaja y afecta a las personas en todas las dimensiones de desarrollo, incluidos los derechos a la salud, la educación y la representación política”.