Ciudad de México. La meta de su administración es que, al concluir, haya un incremento de la deuda menor en puntos porcentuales a las registradas en los dos sexenios anteriores, sostuvo este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Tengo como propósito que en términos reales la deuda en el gobierno nuestro se incremente menos en lo cuantitativo, y en términos reales, que el incremento que tuvo durante el gobierno del presidente (Felipe) Calderón y de (Enrique) Peña Nieto”, dijo el mandatario en la conferencia matutina.
Calderón, en términos cuantitativos, arrancó su gestión con una deuda de un billón 700 mil millones y la dejó en más de 5 billones 200 mil millones. La incrementó 200 por ciento en términos cuantitativos. Peña la subió a 10 billones 500 mil millones. “Entonces yo no quiero eso, no quiero el doble”.
Expuso que “estamos buscando que en términos del PIB, (mientras) ellos aumentaron la deuda en 8 puntos, nosotros vamos a tener un incremento menor que ese. Ese es el planteamiento, menos del 8 por ciento del PIB, menos de lo que ellos endeudaron al país, a pesar de la pandemia”.
El presidente informó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) va a entregar recursos a países miembros, al otorgar créditos a tasa bajas por 650 mil millones de dólares.
En el caso de México “le corresponden alrededor de 12 mil millones de dólares. Este es un recurso que va al Banco de México para las reservas, nosotros podríamos utilizar ese recurso para que no esté sólo en reservas, que han crecido mucho y además les pagan muy poco de rendimiento. Entonces nosotros podríamos utilizar esos recursos para pagar deuda por anticipado”.
No a las recomendaciones del FMI
Cuestionado sobre los llamado del FMI a los países para incrementar apoyos fiscales para afrontar la pandemia, el titular del Ejecutivo federal expresó su respeto a los organismos financieros internacionales, pero reiteró que “ya no son ellos los que dictan la agenda del gobierno de México. Durante muchos años ellos eran los que manejaban la política económica”.
Afirmó que antes todo era aplicar las recomendaciones del FMI como las reformas estructurales, y no hubo un plan de desarrollo en el periodo neoliberal, lo cual se replicó en muchos países.
Las recomendaciones que hizo este órgano “llevaron a la ruina a los países. Fue un rotundo fracaso, pero lo más increíble es que haya gobiernos que les hagan caso y que ellos también no cambien de actitud. No han asumido la responsabilidad que tuvieron en la reciente crisis en Argentina, ellos recomendaron endeudarse” más allá de la capacidad de pago del país.
Ante estas propuestas, “claro que iba a haber crisis en Argentina, y luego no asumen su responsabilidad. Acaba de haber manifestaciones en Colombia por lo mismo, porque imagínense, recomiendan en plena pandemia aumentar impuestos”.
En su conferencia en el Salón Tesorería en Palacio Nacional, subrayó: “Con todo respeto, esas recomendaciones, nosotros no vamos a aplicarlas en México. Nosotros tenemos una política económica distinta, no vamos a endeudar al país para rescatar, como se ha hecho siempre, a los potentados”, que acumulan más riqueza mientras el pueblo se empobrece. “Esa es la política que recomiendan”.
Insistió que buscan aplicar un sofisma sobre que si llueve fuerte arriba, llega a los de abajo. “Nosotros no estamos de acuerdo con ese engaño, con esa tomadura de pelo”.
Recalcó que, en cambio, la política de su administración busca aumentar los apoyos para incrementar a su vez el consumo, por lo que “estamos saliendo hacia adelante de la crisis pronto, caímos y ya estamos por salir. Hemos avanzado mucho”. Con estas medidas, se han creado empleos, el peso no se ha devaluado y no se han solicitado créditos adicionales, agregó.
Al comparar la deuda de Brasil que se encuentra en más del 80 por ciento con relación al PIB de ese país, explicó que en México, “nosotros el primero año incluso bajamos el porcentaje a 44 por ciento del PIB, así está nuestra economía, y con la caída del PIB con la crisis se nos fue hasta 52 por ciento, pero ahora, hoy está en 49 del PIB nuestra deuda y vamos a sostenerla”.
Apuntó que en algunos países se han establecido fondos para las futuras generaciones, lo cual debe retomarse ya que mientras las deudas usualmente se terminan cuando uno fallece, las deudas públicas se heredan de generación en generación.