La fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos, señaló que es tarea conjunta del Estado y la sociedad recuperar y garantizar el proyecto de vida para niñas, niños y adolescentes, tras la pérdida de la figura materna o cuidadora por casos de feminicidio.
Al participar en la presentación del Protocolo Nacional de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes en Condición de Orfandad por Feminicidio, dijo que, con todas las medidas de seguridad, siempre habrá la posibilidad de buscar una familia directa o ampliada.
Una familia de acogida o preadopción para las víctimas indirectas de este delito son otras alternativas, por lo que tanto la Procuraduría Federal de Protección de Niñas Niños y Adolescentes, y las fiscalías y procuradurías de las distintas entidades, tienen que trabajar mucho más en ese tema.
“Nos declaramos en alerta, atentos y siempre dispuestos a colaborar”, afirmó la fiscal al reiterar el compromiso y la disposición de la institución para coadyuvar con otras dependencias y organizaciones civiles.
La FGJ, argumentó, continúa fortaleciéndose y orienta su actuación a la consecución de una procuración de justicia que garantice el acceso oportuno y efectivo a la justicia para niñas, niños y adolescentes, con un enfoque diferenciado y especializado.
Dicho protocolo tiene el objetivo de orientar y facilitar la actuación del personal encargado de la protección de sus derechos y garantizar su restitución mediante la prestación de servicios legales, médicos y de asistencia social, indicó.
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, explicó que se encargarán de brindar elementos que orienten y faciliten el actuar del personal sustantivo encargado de la defensa de sus derechos para hacer efectiva su restitución.
Destacó que el protocolo está destinado a subsanar consecuencias tan dramáticas del feminicidio, como la orfandad de los descendientes, pero se debe mirar hacia los factores sistemáticos que desatan la violencia contra la mujer.
La violencia familiar, el abandono de la niñez, las adicciones, la pobreza y la desigualdad, consideró, son factores donde se debe centrar la atención, porque representan un entorno de riesgo que todos los días enfrentan las mujeres en México.
La batalla de “nuestra época sigue siendo por la libertad y la igualdad”, por lo que este protocolo refrenda “nuestros votos en contra del feminicidio y las secuelas que genera en la vida de las víctimas”, puntualizó.