La oportunidad para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius para finales de siglo, el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París, es difícil de lograr, una vez que se alcanzó un incremento de 1.1 grados. El mundo enfrenta devastadoras consecuencias del retraso en las acciones, como las olas de calor, sequías e incendios.
Al comentar el reporte Cambio climático, la ciencia física, del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU divulgado ayer, organizaciones ambientalistas señalaron que esto confirma que los humanos han alterado irreversiblemente el planeta y la oportunidad de revertir el curso, aunque es muy escasa, es científicamente posible, si de inmediato se toman medidas urgentes y firmes para reducir las emisiones de carbono y proteger y restaurar la naturaleza.
“Es una evaluación cruda del aterrador futuro que nos espera si no actuamos. Con el mundo al borde de un daño irreversible, cada fracción de grado de calentamiento es importante para limitar los peligros del cambio climático”, sostuvo Stephen Cornelius, asesor jefe de Cambio Climático y líder del IPCC.
Manuel Pulgar-Vidal, líder global de Clima y Energía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) consideró que el reporte revela la “certeza de la escala de la crisis climática y el papel de la humanidad en el impulso de los fenómenos meteorológicos extremos; certeza de cuánto hemos cambiado el planeta y de que las cosas seguirán empeorando a menos que cambiemos el rumbo de inmediato”.
En tanto, Pablo Ramírez, especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, sostuvo que el país es “altamente vulnerable al cambio climático; cada año somos testigos de sus impactos devastadores, desde sequías, altas temperaturas, incendios forestales, huracanes hasta inundaciones, la población de nuestro país está viviendo los estragos de la crisis climática”.
Aun así, las insuficientes metas de reducción de emisiones comprometidas en los Acuerdos de París y en las leyes nacionales “están siendo ignoradas, dando una total prioridad a la agenda fósil en la política energética nacional. Este reporte nos vuelve a recordar que la acción climática es impostergable y que los gobiernos del mundo, incluidos el mexicano, tienen que asumir su responsabilidad histórica de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”.