Los dos magistrados resultan insostenibles: el enriquecido José Luis Vargas Valdez, quien fungía como presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y el beneficiario del golpe de mano en contra de Vargas, Reyes Rodríguez Mondragón, de largo historial de subordinación política al calderonismo. Pero no sólo ellos dos: en realidad, los siete magistrados integrantes de esa Sala Superior son indefendibles. Por salud de la República, todos deberían despachar los asuntos pendientes y preparar sus maletas.
Por lo pronto, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, ha fungido como oficioso componedor de los entuertos del Tribunal Electoral. Primero recibió a los cinco golpistas y luego al presidente depuesto o en litigio. La pretensión es que ambos se hagan a un lado (Rodríguez Mondragón lo hizo ayer, mediante un comunicado), se nombre una presidencia interina para resolver lo inmediato y luego se elija a un presidente que cumpla el periodo correspondiente a Vargas.
Las turbulencias en el Poder Judicial, al que pertenece el Tribunal Electoral, podrían llevar a la renuncia a la magistratura del citado Vargas y al eventual procesamiento por operaciones con recursos de origen no justificado. Si se investigaran las cuentas de otros magistrados electorales, los expedientes penales podrían incrementarse.
Otro saldo de esta temporada de estremecimientos judiciales ha sido la salida de cuadro futurista del ministro Zaldívar, quien se adelantó a renunciar a la sí deseada extensión de su mandato al frente del Poder Judicial de la Federación, a sabiendas de que sus pares expresarían su desacuerdo con dicha extensión. Habrá de verse si la llamada 4T encuentra en 2022 alguna forma, así sea indirecta, de incorporarlo al proyecto.
Distanciado del Partido Acción Nacional, al que pertenece, y en coqueteo con Movimiento Ciudadano hasta hace semanas, el saliente gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, pareciera encaminarse a un entendimiento con Morena o específicamente con la Presidencia de la República (¿estará en su futuro un cargo federal?).
Ayer estuvo Corral en la conferencia presidencial de prensa y su discurso fue muy distante del fondo y las formas sostenidas en otros momentos políticos respecto al obradorismo. Ahí desplegó, con el beneplácito del anfitrión, una retórica preparatoria de eventuales acomodos en la llamada Cuarta Transformación, luego que fue derrotado en su propia sucesión, con María Eugenia (Maru) Campos como carta de los adversarios de Corral y vencedora interna del senador Gustavo Madero, el aspirante apoyado por el gobernador aún en funciones (Madero también ha estado desarrollando un discurso de crítica interna al panismo que parecería prefigurar su salida de Acción Nacional y su inserción a otro proyecto).
Un secretario del gabinete estatal de Querétaro y el presidente del municipio de la capital emitieron declaraciones de rechazo a la pretensión de la inmobiliaria Carther de vender miles de lotes urbanizados en una zona de protección ecológica, en 480 hectáreas del ejido El Zapote. Los comunicados se produjeron luego de que en Twitter y en este espacio se publicaron datos relacionados con la “inmobiliaria ejidal” que busca impulsar con mil millones de pesos, según sus dichos, el proyecto llamado Tierra Noble Juriquilla.
A pesar de los señalamientos de las autoridades de aquella entidad, pertenecientes al Partido Acción Nacional, las ventas fraudulentas continúan y los empresarios implicados en el caso no han sido tocados. La ambientalista América Vizcaíno declaró ayer que el plan de los vendedores de esos lotes consiste en construir un polo de presión social con los defraudados, para que traten de conseguir la legalización de esos terrenos (https://bit.ly/3AqRI9T). ¡Hasta mañana!
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