Tokio. La ciudad japonesa de Nagasaki conmemoró ayer de manera sobria el bombardeo nuclear estadunidense que provocó su destrucción hace 76 años, al tiempo que el alcalde Timihisa Taue pidió a la comunidad internacional adoptar un nuevo tratado de prohibición de armas nucleares.
Una bomba atómica lanzada por Estados Unidos el 9 de agosto de 1945 a las 11:02 horas mató a 74 mil personas, justo tres días después de otro ataque nuclear que provocó 140 mil muertos en Hiroshima.
Los sobrevivientes y varios representantes extranjeros guardaron un minuto de silencio a la hora exacta en que cayó la bomba atómica.
Debido a la pandemia del Covid-19, y por segundo año consecutivo, se registringió el número de personas autorizadas a asistir a la ceremonia.
Se trata de la primera conmemoración desde la entrada en vigor, en enero, del Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN).
“Los líderes internacionales deben comprometerse a reducir las armas nucleares y generar confianza mediante el diálogo, y la sociedad civil debe impulsarlos en esa dirección”, declaró Taue.
Sin embargo, este tratado no fue firmado por los nueve países que poseen armas atómicas: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.
El TPAN tampoco fue firmado por Tokio, un aliado inquebrantable de Washington y muy dependiente del poder militar estadunidense para garantizar su defensa regional.
“Como el único país que ha sufrido un bombardeo atómico durante la guerra, nuestra misión es hacer avanzar a la comunidad internacional, paso a paso, hacia un mundo sin armas nucleares”, señaló el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, durante la ceremonia.
Japón conmemoró el viernes el 76 aniversario del bombardeo atómico en Hiroshima.
En tanto, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, reafirmó “el pleno apoyo” del organismo mundial a los sobrevivientes de la bomba atómica lanzada en Nagasaki por Estados Unidos en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.