El comportamiento de la inflación comienza a ser un dolor de muelas para la actual administración, pues desde marzo pasado el índice nacional de precios al consumidor (INPC) ha rebasado el rango máximo fijado por el Banco de México (4 por ciento), algo que tampoco resulta novedoso, porque en el último bienio del gobierno peñanietista en los 24 meses del periodo se superó la citada cota. Algo similar se observó en 2010 y 2012, con Borolas en Los Pinos, cuando en siete de los 12 meses de cada uno de esos año se desbordó el nivel citado.
De hecho, en los últimos 11 años (enero de 2010-julio de 2021) en 62 meses se rebasó el rango máximo fijado por el BdeM; es decir en prácticamente la mitad del periodo de referencia. En ese lapso, el mayor nivel mensual del INPC fue el de diciembre de 2017, con un aumento de 6.77 por ciento, en el gobierno de Peña Nieto, y el más reducido en abril de 2020, cuando el avance fue de 2.15 por ciento, en la administración actual.
El caso es que ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en julio pasado el INPC reportó inflación de 0.59 por ciento respecto de junio, de tal suerte que el resultado anual se ubicó en 5.81 por ciento. En el mismo mes de 2020 las variaciones fueron de 0.66 y 3.62 por ciento, respectivamente.
El permanente aumento en el precio del gas licuado de petróleo (LP) es uno de los factores que presionan la inflación, de ahí la acción del gobierno federal para regularlo, e incluso su anuncio de participar en ese mercado, mediante una empresa del Estado (Gas Bienestar) de nueva creación que dio a conocer el propio presidente López Obrador, quien ha ratificado su compromiso de que este sector no se desboque y afecte a la población, en el entendido de que este combustible es adquirido por alrededor de 80 por ciento de los mexicanos. La situación se complica cuando el propio Inegi informa que en julio el índice de precios de la canasta de consumo mínimo (IPCCM) se incrementó más que el INPC. También influyó el alza en los precios de alimentos procesados (tortilla de maíz y refrescos envasados) y otros servicios.
Por componentes, el índice subyacente, que excluye los precios más volátiles, tuvo variación anual de 4.66 por ciento en julio (3.85 por ciento un año atrás); el índice no subyacen-te subió 9.39 por ciento (2.92 por ciento hace 12meses). Así, el componente subyacente contri-buyó con 3.53 puntos porcentuales, lo que re-presentó 60.85 por ciento de la inflación general de julio (5.81 por ciento), y la parte no subyacente sumó 2.27 puntos, esto es, 39.15 por ciento de la inflación reportada, detalla el Inegi.
Según la información del citado instituto, reseñada por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en julio los precios de los bienes que componen el IPCCM tuvieron, en conjunto, un incremento anual de 6.8 por ciento, superior al registrado un año atrás (3.94 por ciento), aunque menor al observado en junio de 2021 (7.02 por ciento). El IPCCM considera a los productos que satisfacen las recomendaciones nutricionales y energéticas en la parte alimentaria de los hogares; el índice de precios de la canasta básica engloba un conjunto de bienes y servicios escenciales en las necesidades de consumo de una familia y en julio, éste tuvo un incremento anual mayor al del INPC (7.29 contra 5.81 por ciento).
El Inegi revela que en julio pasado el IPCCM mostró un aumento de 0.71 por ciento, proporción inferior al registro de un año atrás, cuando fue de 0.91 por ciento; el alza de precios de la canasta de consumo mínimo fue mayor al que mostró el INPC en igual periodo (0.59 por ciento), pero por abajo del que tuvo el índice de la canasta básica (0.84 por ciento).
Las rebanadas del pastel
Cápsula de memoria: cuatro pinchurrientas medallas (bronce) obtuvo la delegación mexicana en Tokio 2020 y el público está que ar-de, sobre todo aquel al que nada le gusta y de todo reclama. Pues bien, según la información disponible, nuestro país ha participado en 24 Juegos Olímpicos en los que obtuvo 73 preseas en total (13 de oro, 24 de plata y 36 de bronce), a razón promedio de 3 por certamen, de tal suerte que el famélico “logro” nacional en la capital nipona sólo es más de lo mismo. Y ello pasa desde París-1900, con Porfirio Díaz en el gobierno.