La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó una petición de Andrés Caletri, uno de los secuestradores más violentos de la historia criminal del país, quien solicitaba la intervención del máximo tribunal para tener acceso a justicia “pronta y expedita”.
El delincuente apeló por primera vez a la SCJN en octubre de 2018, solicitando su intervención para que un tribunal unitario resolviera uno de sus amparos.
El entonces ministro presidente, Luis María Aguilar Morales, le contestó que carecía de facultades para emitir dicha orden.
Tres años después, el litigio sigue y Caletri volvió a acudir a la SCJN, ahora con la solicitud de que el máximo tribunal interviniera para derogar un artículo de la Constitución que, considera, no se está cumpliendo.
Así lo manifestó en su escrito, clasificado como el asunto varios 878/2018-VIAJ: “Le pido con todo respeto que turne mi petición al Congreso de la Unión para que deroguen el artículo 17 constitucional, ya que eso de que la justicia debe ser pronta y expedita no esta funcionando en este lugar donde estoy preso”.
A principios de junio pasado, el ahora presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, le contestó a Caletri que carece de cualquier atribución legal para hacer llegar al Poder Legislativo una petición en tal sentido; sin embargo, le informó que dio vista de su situación al Instituto Federal de Defensoría Pública.
Nicolás Andrés Caletri López, como es su nombre legal, está preso en el penal federal de Almoloya de Juárez, en el estado de México, donde apenas a finales de junio pasado recibió una nueva sentencia condenatoria, de 11 años de prisión, por uno de los secuestros que cometió.
Prófugo en tres ocasiones y amenazador
Caletri cobró notoriedad por fugarse en tres ocasiones de las cárceles en donde estaba detenido. La primera vez se evadió en medio de un motín y tiroteos del penal de Santa Martha Acatitla, en 1992; del Reclusorio Oriente de la Ciudad de México se fugó en dos ocasiones, en 1995 y 1998.
Entre las víctimas de Caletri se cuenta al empresario hotelero Manuel Beltrán Staufert; al directivo de Chrysler de México, Elio Margolis, y a José Zaga, dueño de fábricas textiles.
El secuestrador finalmente fue detenido en febrero de 2000 en Pinotepa Nacional, Oaxaca, en un operativo de fuerzas federales.
En una época en donde aún se permitía la presentación de los detenidos ante los medios de comunicación, Caletri fue exhibido como un trofeo durante unos minutos y antes de ser retirado dijo “Nos vemos en el infierno.”