Tecpan De Galeana, Gro., El propósito principal de los campesinos del ejido El Cordón, en el municipio de Tecpan de Galeana, en la región de la Costa Grande de Guerrero, es proteger al jaguar y otras especies en peligro de extinción, así como cuidar los bosques, aseguró Narcedalia Ramírez Domínguez, secretaria del comisariado ejidal.
Por ello, se creó el proyecto Corredor Comunitario para la Conservación del Jaguar. Recordó que se inició con la vigilancia de mamíferos, anfibios y reptiles hace aproximadamente siete años, aunque la observación de especies lleva casi 10 años.
Explicó que cuidan principalmente especies que habitan en el ejido, que son endémicas y están en peligro de extinción, principalmente el jaguar y la guacamaya.
Señaló que en este lugar existen cinco especies de felinos: jaguar, puma, ocelote, jaguarundi y tigrillo. “También tenemos la rana tecuani (Charadrahyla tecuani, también conocida como rana arborícola) que es endémica. Solamente se encuentra en los ejidos de Cordón Grande y en Bajos de Balsamar. No hay en ninguna otra parte de México”, detalló.
Agregó que el biólogo Fernando Ruiz, encargado del proyecto Corredor Comunitario para la Conservación del Jaguar, imparte talleres de concientización y protección de la fauna.
“Hay cámaras de fototrampeo para vigilar a los felinos, jabalíes, venados y gallinitas de monte. Se ha logrado identificar a muchos animales que pasan por el ejido”.
Recordó que cuando se inició el proyecto la gente no entendía la razón de proteger las especies y las cazaban; por ejemplo, antes capturaban y mataban a los jaguares porque tenían miedo de que atacaran la comunidad.
La realidad, indicó Ramírez Domínguez, es que “el jaguar es totalmente inofensivo. Si alguien va caminando en el bosque y el felino escucha los pasos, huye. No es como la gente imagina. Esto ha ido cambiando con los talleres de concientización”.
Puntualizó que la asamblea tiene acuerdos que prohíben la caza de guacamayas y jaguares. También se contrató un seguro ganadero que cubre los daños que los jaguares llegan a ocasionar al ganado.
La gente opta por no cazar jaguares porque saben que les pagan. El ejido tenía un fondo ganadero. “Si un jaguar se comía una vaca, un becerro o un chivo, se analizaba el caso y el ejido pagaba al productor, no el gobierno. Se han buscado estrategias para que las personas no salgan afectadas y se pueda cohabitar con estos animales”.