Alrededor de 70 padres de familia del colectivo #AbreMiEscuela marcharon por el centro de Monterrey acompañados de sus hijos para exigir a las autoridades de Nuevo León que las clases del próximo ciclo escolar sean presenciales. La movilización pasó por las calles Zuazua y Matamoros y concluyó ante las instalaciones de la Secretaría de Salud.
Sergio Palau, portavoz del colectivo, dijo que éste busca que la educación sea declarada en Nuevo León actividad esencial, de tal forma que no se suspendan las labores escolares, y adelantó que analiza promover recursos legales para garantizar el regreso a los trabajos presenciales en planteles.
Los manifestantes aseguraron que las aulas no representan peligro de contagio para los estudiantes, pese al incremento de casos de coronavirus.
Javier Castellano, integrante del colectivo, expuso por su parte que “los países en los que las escuelas están abiertas en estas últimas semanas tampoco tuvieron un impacto significativo en la dinámica de la epidemia en diversos sitios. Tenemos que enfocarnos en los lugares y prácticas que son útiles y procurar entornos seguros”.
Frente a la Secretaría de Salud nuevoleonesa, los padres de familia demandaron a la dependencia “ser pareja” y no sólo permitir que en la contingencia abran estadios de futbol y otros giros, sino también las escuelas.
Ayer hubo una protesta similar en la zona hotelera de Cancún, Quintana Roo, donde directivos de escuelas particulares realizaron una caravana en automotores para exigir el regreso presencial a clases, sin importar el semáforo epidemiológico.