Caótico resultó el regreso del pelotón de atletas procedentes de Tokio, que incluyó a la selección Sub-23 de futbol. Sólo los acordes del mariachi pudieron amenizar la tediosa espera en el aeropuerto internacional capitalino, donde apenas traspasó el umbral el jugador de La Máquina, Luis Romo, se instaló el desorden.
Una multitud de fanáticos hizo caso omiso de la lluvia y el consecuente caos vial, y llegó puntual a la cita ataviada con mantas, carteles, globos multicolores, playeras verdes, del América, del Cruz Azul y algunos ramos de flores. Los acordes de El sinaloense, Guadalajara y Caminos de Michoacán atrajeron a más gente. Así que cuando Romo salió de inmediato se vio rodeado y tuvo que abrirse paso para llegar hasta su familia.
“Muy contento, estoy muy contento… Ahora a descansar un poco y lo que sigue. Disculpen, quiero saludar a mi familia, disculpen…”, dijo Romo alejándose. No tardó en aparecer Guillermo Ochoa y estalló a coro el grito: “¡Meeemo, Meeemo…!” “Fue pieza clave para la medalla. Los del América fueron muy importantes: Memo, Henry Martín, Sebastián Córdova...”, señaló un joven vestido con la casaca amarilla, dijo llamarse Omam, “así me pusieron por Omam Biyik”.
Ochoa también se apresuró a abrazarse con su familia sin hacer declaraciones. Johan Vázquez, defensa central de Pumas, señaló: “La verdad estoy muy contento por el recibimiento, agradecido con la gente que siempre nos apoyó, con los que se levantaron en la madrugada para vernos; este resultado es para ellos. Queríamos la medalla de oro, pero a mí la de bronce me sabe a oro”.
Agregó que hay interés de equipos europeos para contratarlo, “no lo puedo negar, tengo que ir con mis representantes, estas semanas son claves (para definir su futuro)”. A su vez, el delantero de América, Henry Martín, comentó: “Le competimos de tú a tú a Brasil, lo llevamos hasta el límite, a los penales. Sabíamos que podíamos estar en la final y no haber llegado nos dolía mucho, pero no nos hundimos.
“El parado del Jimmy (Lozano) y la unión que teníamos hicieron que contra Japón se demostrara quién era mejor, porque en el partido ante los anfitriones en la fase de grupos nos agarraron descuidados 10 o 15 minutos y es lo que pesó para la derrota, pero ya en la vuelta fue otra cosa”, apuntó Martín.
Por último, Henry sostuvo: “Ya nos cayó el veinte. Totalmente, me gustaría mucho que otros mexicanos pudieran vivir lo que nosotros, porque es algo que te llena de orgullo, de amor propio, el saber que podemos hacer las cosas bien, ¡y más aún, imagínate!, ante gente que trabaja intensamente cuatro años para llegar ahí. Fue algo grandioso. Es el mejor logro de mi carrera, sin duda”, indicó el americanista.