La exposición Spinning Tales, trabajo más reciente de Frank Gehry, fue celebrada con una filmación en la que se conjuntan su monumental obra escultórica y la música de la cantante y bajista Esperanza Spalding, inspirada en el brillo celeste, la construcción perfecta del compositor Johann Sebastian Bach, la maestría técnica del director Gustavo Dudamel y el talento de la Orquesta Juvenil de los Ángeles (YOLA, por sus siglas en inglés).
¿Por qué el pez? Es la inquietante duda que se repite al entrar a la galería Gagosian, en Beverly Hills. En un acuario de muros blancos flota una enorme criatura con armadura de escamas en forma de hojas relucientes. “La forma del pez es arquitectónica. Me gusta la expresión de movimiento”, responde Gehry en el cortometraje filmado en la galería ubicada en Los Ángeles, California.
“Todos sabemos que la curiosidad es genial, así que sé valiente, arriésgate y comienza a expresarte”, es el mensaje que da el arquitecto y escultor canadiense de 92 años, quien ha dejado por el mundo edificaciones asimétricas, de caprichosas ondulaciones e innovadores materiales. Si no fuera suficiente con romper el molde con sus edificios, que proponen que la arquitectura sea una obra de arte, el influyente constructor también hace esculturas y muebles.
El 24 de junio inauguró la muestra de obra reciente, instalaciones de gran escala: en una continúa su serie de Fish Lamps, que surgió en 1983; la otra es una inmersiva fiesta del té, inspirada en el libro Alicia en el país de las maravillas. La muestra cerró el pasado 6 de agosto, pero es posible conocerla gracias al video producido por Gagosian.
La instalación Wishful Thinking representa la reunión que organiza el Sombrerero Loco para beber té, en la que 10 figuras surrealistas comparten la disparatada escena de Lewis Carroll. La interpretación abstracta de Gehry fue elaborada con metal pintado, los personajes rodean una mesa iluminada, “el corazón resplandeciente de la escena”. Tres árboles de acero tejido evocan un bosque del escenario amplificado por un espejo.
“Estoy interesado en formas vivas, así que no están estáticas”, es el primer diálogo del cortometraje. La cámara se mueve entre peces, Esperanza Spalding despliega la voz, como una de las diosas del jazz que vivieron en el siglo pasado; una nota solitaria de su bajo, cae como gota de agua y provoca ondas expansivas en la superficie; así es la presencia de la cantante y bajista estadunidense.
Notas que acarician
Supine Mother Quasar es el título de la composición dedicada a los peces de Gehry. En pantalla, el espectador la ve recorrer el espacio, acariciar la luminosidad de los peces, reaccionar en un escalofrío. Su canto no tiene palabras, sólo sonidos que se expanden como lluvia sobre el estanque japonés, como si el brillo de la cola de un pez dorado dejara un estela de sonido al moverse en un hogar de cristal.
“Cuando construí el primer modelo del pez, vi el movimiento que estaba buscando. Fue sorprendente que un objeto estático pudiera expresar movimiento de manera tan dinámica”, relata Frank Gehry.
En la sala principal de la Gagosian angelina, una de sus 17 sedes en el mundo, penden tres esculturas Fish Lamps, de gran tamaño e iluminadas, “en poses dinámicas y retorcidas, como si nadaran”, describe la renombrada galería. El creador de formas utilizó por primera vez el cobre y el polivinilo como material de trabajo.
“La forma perfecta de la criatura que emulan reaparece a lo largo de la obra arquitectónica de Gehry, prestándose a los perfiles ondulados de edificios como el Guggen-heim de Bilbao, España, y la sala de conciertos Walt Disney, en Los Ángeles, casa del venezolano Gustavo Dudamel, director artístico de la Filarmónica de Los Ángeles. El joven prodigio que surgió de El Sistema, programa fundado por José Antonio Abreu para niños en Venezuela, repitió el proyecto con la YOLA.
Uno de los conciertos de Brandenburgo, el número 3, que compuso Johann Sebastian Bach, emerge entre peces. Antes, Dudamel saluda afectuoso a Frank (o Pancho, para el cuate venezolano). Le dice: “Para estos niños es maravilloso estar rodeados de estas hermosas piezas de arte, y también por ti. Eres parte del sueño”. Una verdadera inmersión de belleza y arte, describió también en sus redes sociales, para invitar a ver el video producido por Gagosian (https://youtu.be/GpiJavrU_XI).
Gehry responde a Gustavo que cuando era estudiante le gustaba escuchar a Bach porque podía sentir la arquitectura en su música. “En Estados Unidos se supone que deberíamos tener educación artística en las escuelas públicas, y no existe”.
–¿Por qué el pez? –inquiere Gustavo Dudamel.
–¡Por qué el pez! –repite divertido Gehry mientras se aleja. Los niños ríen, sostienen sus instrumentos redondos como los edificios del arquitecto. Bach hace su arribo, en movimiento como pez en el agua.