Ciudad de México. El dirigente del PAN, Marko Cortés, dijo que se debe analizar a fondo el hecho de que Morena haya ganado las gubernaturas de los estados ubicados en la costa del Pacífico, por donde se presume que hay trasiego de droga, pues hay señales de que el crimen no sólo metió la mano en los comicios, sino que puede haber un pacto de este con el gobierno.
Al iniciar la reunión del Consejo Nacional, donde se analizan los resultados electorales de junio pasado, subrayó que además de la intervención de la delincuencia, el presidente metió el cuerpo entero en las elecciones actuando como vocero de su partido, atacando a la oposición y utilizando de forma facciosa a las instituciones para perseguir, amedrentar y hasta desaforar a sus adversarios.
Cortés Mendoza resaltó que la coalición con el PRD y PRI, quien fuera su principal adversario, no fue una aventura electorera que buscara ganar más distritos por ganar, sino tenía el objetivo de evitar que el partido Morena siga “destruyendo al país”.
Señaló que se logró que ese partido y sus aliados no tuvieran la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y que le hubiera gustado que no tuvieran la mayoría simple, pero eso no fue posible.
Durante el encuentro virtual, resaltó que el PAN creció de 40 distritos que ganó en 2018 a 71 distritos, por lo que su bancada en San Lázaro pasará de 80 a al menos 112 diputados.
Se ganaron las gubernaturas de Chihuahua y Querétaro, pero la perdida de la Baja California Sur es técnicamente inexplicable ya que se tuvo una buena campaña y buenos candidatos. La gubernatura de Nayarit fue entregada por el actual gobernador, consideró.
Frente a las críticas de sus correligionarios en torno a que no se alcanzó el mayor objetivo de la alianza que era ganar la mayoría simple de la Cámara de Diputados, el dirigente dijo que siempre hay formas distintas de ver las cosas; de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Pero el crecimiento en la Cámara de Diputados y en población gobernada con 13 capitales ganadas demuestran el avance del partido, enfatizó.
Cortés Mendoza reconoció en un ejercicio de autocrítica, que en la campaña hubo fallas, pues en algunos lugares la coalición no se consolidó porque el partido que la encabezaba no integró a los otros, o porque el candidato no fue el correcto o hubo deserciones.
Luego de que en diciembre de 2018 el PAN tenía una intención de voto de 7 por ciento, destacó que ahora es de entre 20 y 24 por ciento. Pero eso no será suficiente para ganar las elecciones presidenciales de 2024, por lo que se debe trabajar para sumar otros actores sociales sin perder los que ya se ganaron.
El dirigente aseguró que en los comicios pasados se demostró que su partido es “la principal fuerza de oposición” y que captó el voto de castigo a Morena, además de que también tuvo voto de reconocimiento.