En la aplicación de vacunas a niños con diversas enfermedades y medicamentos que disminuyen su sistema de defensas, no hay evidencia contundente sobre cuál es el mejor momento para que las reciban ni si existe el riesgo de complicaciones graves, como ocurre con los mayores de 40 años, por lo que en México continuará el plan por grupos de edad prioritarios y con base en el interés colectivo, afirmó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
El funcionario puntualizó que el mayor riesgo de Covid grave se reconoce en comparación con niños de la misma edad que no tienen ese tipo de padecimientos, y por esa razón se les podría considerar para vacunarlos. Pero hasta ahora en México únicamente el inmunizante del laboratorio Pfizer tiene autorización para usarse en adolescentes mayores de 12 años.
Éste es un tema que todavía está en investigación a escala internacional. No existen resultados todavía, según pudieron corroborar infectólogos y oncólogos pediatras de los hospitales Infantil de México Federico Gómez (Himfg) y St. Jude Global de Estados Unidos.
Juan José Copado, infectólogo del Himfg, explicó que de casi 2 mil trabajos encontrados, seleccionaron 63, pero ninguno se refiere en específico a este tipo de pacientes. Tampoco hay resultados específicos sobre el mejor momento para que personas inmunocomprometidas (con bajo sistema de defensas) reciban los biológicos o si es necesario revacunarlos. Señaló que hay necesidad urgente de incluir a los niños con cáncer y con trasplante de médula ósea en las investigaciones sobre la eficacia de los biológicos contra el coronavirus.
En conferencia organizada por el Himfg, el especialista comentó que en la búsqueda de información, el grupo médico encontró una publicación sobre pacientes con trasplantes de corazón y pulmón, cuyos autores opinan que los biológicos contra el coronavirus tendrían la misma efectividad que otras vacunas.
Otro grupo de investigadores de Reino Unido sugirió que como pasa con la vacuna de influenza, la de coronavirus se podría aplicar entre seis y 12 meses después de la conclusión de la quimioterapia o de la realización del trasplante. Estimaron que en ese periodo, las defensas de los pacientes se han recuperado y tendrían mejor respuesta para la vacuna.