Moscú. Vitali Shishov –destacado opositor bielorruso al gobierno del presidente Aleksandr Lukashenko y quien dirigía la Casa de Bielorrusia en Ucrania (CBU), organización fundada por él como una suerte de comunidad de ayuda mutua para brindar asistencia a ciudadanos bielorrusos que llegaban al vecino país eslavo en busca de asilo por motivos políticos–, apareció muerto ayer en un parque de Kiev, sin que la policía de Ucrania haya podido determinar todavía si se trató de un suicidio o de un asesinato.
De acuerdo con el jefe de la policía nacional de ese país eslavo, Igor Klimenko, hay indicios de que Shishov –reportado por su compañera, Bozhena Zholdul, como desaparecido desde el lunes tras salir por la mañana a correr como hacía todos los días– no se quitó la vida colgándose de un árbol.
“Estamos investigando las rasgaduras de la piel y contusiones que se encontraron en el cuerpo de Shishov, sobre todo en la rodilla izquierda, el pecho y la nariz. También analizamos las huellas que había debajo de la rama del árbol en que estaba colgado”, declaró Klimenko.
Personas del entorno de Shishov no creen que él mismo se lesionara, en el supuesto de que hubiera caído después de un primer intento fallido de suicidio, y menos que haya decidido quitarse la vida. Para el lunes había agendado varias reuniones de trabajo dos horas más tarde de terminar su rutina deportiva diaria. Tampoco dejó ninguna explicación de su aparente intención de suicidarse y, a sus 26 años, no se le conocía ninguna enfermedad grave o irreversible.
La compañera de Shishov llamó a la policía a las 15:18 del lunes (hora local) para reportar su desaparición al no regresar éste de hacer deporte. Una cámara de video confirmó que Shishov, con atuendo deportivo, salió de su casa hacia las 9 de la mañana. Policías y voluntarios, con perros adiestrados, lo buscaron en los lugares donde solía correr, infructuosamente hasta que entrada la noche la oscuridad hizo imposible seguir. La búsqueda se reanudó temprano este martes y sobre las 7:40 la policía encontró su cuerpo.
“Vitali era seguido de modo constante –sostiene la CBU en un comunicado difundido en las redes sociales. Cada caso concreto se denunció a las autoridades y nuestros contactos, tanto locales como en Bielorrusia, nos alertaron sobre posibles atentados, incluidos secuestros y asesinatos. Shishov se tomaba las advertencias con sangre fría y hasta sentido del humor al decir que tal vez sirvan para que se empiece a hablar de nuestra organización”.
La policía ucrania deberá esclarecer qué ocurrió con Shishov, quien estaba al frente de la CBU desde que su compañera y él, desde la ciudad de Gomel, huyeron a Ucrania en el otoño de 2020. La organización se encarga de la asesoría legal en los trámites y de dar alojamiento a sus compatriotas perseguidos. Una vez legalizada su situación, les ayuda a encontrar trabajo.