Morena respalda la propuesta de integrar un tribunal de los pueblos al que consideró llamar el comité que promovió la consulta popular para enjuiciar a ex presidentes, afirmó la secretaria general de ese partido, Citlalli Hernández, quien también secundó las denuncias sobre los “intentos de deslegitimar” el proceso y los “obstáculos impuestos” desde el Instituto Nacional Electoral (INE).
A su vez, en la Cámara de Diputados, la bancada de ese partido y del PT reivindicaron el ejercicio del pasado domingo.
Al mismo tiempo, Ricardo Monreal, coordinador de lo senadores, así como el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, negaron que la consulta ciudadana haya sido un fracaso, como lo calificaron los partidos de oposición.
Luego de que el comité promotor del proceso propusiera continuar la ruta con la creación de un tribunal de los pueblos, Hernández apoyó el planteamiento para investigar los crímenes del pasado “en que posiblemente incurrieron los ex presidentes”.
La morenista explicó que “el siguiente paso es establecer un mecanismo legal como parte de un proceso de restauración de la paz y de fortalecimiento al estado de derecho en México”, y también aplaudió la intención de crear una comisión de la verdad para buscar justicia.
Por separado, la bancada en San Lázaro del partido gobernante indicó que “por primera vez en la historia hubo un ejercicio de democracia directa donde las y los mexicanos decidieron que se enjuicie a los ex presidentes que tanto daño le hicieron a nuestro país”. La fracción del PT exhortó a la población a seguir con la colaboración activa en este tipo de ejercicios.
Monreal agregó que se trató de un ejercicio democrático que no se puede minimizar, pues a pesar de la falta de información y la supresión de casillas participaron alrededor de 7 millones de personas.
Encinas expuso por su parte que “se sienta un precedente muy importante para desarrollar este tipo de ejercicios democráticos en el país”.
Los presidentes nacionales del PAN, PRI y PRD afirmaron, cada uno por separado, que la consulta fue un fracaso y representó un dispendio innecesario de recursos.