Madrid. El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, pidió este martes a las autoridades de Líbano "resultados" sobre la investigación de las causas de las explosiones registradas el 4 de agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut.
A un año del trágico suceso, que dejó más de 200 muertos, las investigaciones no han esclarecido por ahora las causas ni se ha condenado a los responsables, por lo que "las familias y el pueblo libanés siguen esperando respuestas", aseveró.
En este sentido, Borrell instó a las autoridades libanesas a garantizar avances "sin más demoras" en las pesquisas en curso sobre el suceso, frente al que, como ha recordado, la Unión Europea (UE) aportó "rápidamente" una "ayuda sustancial" para satisfacer las necesidades y consecuencias.
El jefe de la diplomacia europea ha reafirmado así la "plena solidaridad" y "apoyo" del bloque al pueblo libanés y llamó a los autoridades del país a "aprovechar esta oportunidad" para recuperar la confianza de este.
"La UE anima a los dirigentes políticos libaneses a que aprovechen esta oportunidad para recuperar la confianza del pueblo libanés, dejar a un lado sus diferencias y formar rápidamente un gobierno con un mandato sólido para hacer frente a la actual crisis económica, financiera y social, aplicar las reformas pendientes desde hace mucho tiempo, como también ha pedido el Fondo Monetario Internacional (FMI), y preparar las elecciones de 20222", apostilló Borrell.
Por último, el Alto Representante manifestó también que el bloque acoge "con satisfacción" y participará en la conferencia copresidida por Francia y Naciones Unidas el 4 de agosto en apoyo de la población más vulnerable de Líbano.
Líbano conmemora este miércoles el primer aniversario de las explosiones, que estuvieron causadas por cerca de 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto, principal punto de entrada de bienes y ayuda humanitaria, según las primeras pesquisas, si bien el juez que encabeza la investigación, Tarek Bitar, no ha descartado otras opciones.
Las explosiones dejaron más de 200 muertos y alrededor de 6 mil 500 heridos, mientras que desplazaron a unas 300 mil personas y provocaron enormes daños materiales en la ciudad, cuyo puerto quedó destruido, provocando el traslado de las operaciones de importación al de Trípoli, mucho más pequeño y con menos capacidad.
El país se enfrenta además a una grave crisis económica que comenzó en 2019 y ha empeorado por la prolongada crisis política y el impacto de la pandemia de coronavirus, provocando un aumento de la pobreza.