Managua. El presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, buscarán un cuarto mandato sucesivo en Nicaragua el 7 de noviembre, mientras sus principales contendientes están en prisión.
La Unión Europea (UE) sancionó ayer con restricciones migratorias y financieras a Murillo, a su hijo Juan Carlos y a otros seis funcionarios del gobierno por su responsabilidad en las “graves violaciones de los derechos humanos” en Nicaragua.
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ratificó a la pareja con el voto unánime de 2 mil 932 asambleístas, anunció Gustavo Porras, uno de los dirigentes.
Ortega, de 75 años, ex guerrillero, quien gobierna desde 2007 tras dos relecciones sucesivas, aspira asentarse en el poder por cinco años más junto con Murillo, quien está en la vicepresidencia desde 2017.
Tras su nominación, la pareja será inscrita en el Consejo Supremo Electoral que ayer concluyó el periodo de registro de candidatos en un clima de tensión entre Ortega y la oposición, así como nuevas sanciones internacionales adoptadas contra el gobierno.
Esto se suma a otras medidas tomadas por Estados Unidos y Canadá contra funcionarios del gobierno de Ortega, en protesta por la represión que mantiene contra sus opositores desde el estallido de las manifestaciones antigubernamentales de 2018.
Ortega planea presentarse en los comicios de noviembre sin una fuerte oposición, luego de que la policía arrestó entre junio y julio a siete aspirantes a la presidencia acusados, en su mayoría, de “traición a la patria” y a quienes el mandatario calificó de “terroristas” y “mercenarios” al servicio de Estados Unidos.
Entre los detenidos está Cristiana Chamorro, hija de la ex presidenta Violeta Barrios, quien figuraba como favorita para vencer al FSLN.
En otro orden, Nicaragua acusó a la canciller salvadoreña, Alexandra Hill, de “entrometerse” en asuntos internos, en medio de la decisión de Managua de naturalizar al ex presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén.