Washington. El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió ayer una “respuesta colectiva” contra Irán, tras el mortal ataque a petrolero gestionado por la empresa de un multimillonario israelí en el mar Arábigo.
Teherán afirmó con anterioridad que responderá a cualquier “aventurerismo” en su contra.
“Las acciones iraníes son una amenaza directa a la libertad de navegación”, sostuvo Blinken un día después de haber acusado a Irán de haber cometido un ataque en el mar de Omán.
Autoridades iraníes desmintieron el domingo todo vínculo con el ataque al petrolero Mercer Street, gestionado por la compañía del magnate israelí Eyal Offer. Un británico y un rumano murieron en ese ataque que, según Washington, fue perpetrado con drones.
Reino Unido, Rumania e Israel son parte de los aliados con los que Washington coordina acciones, afirmó Blinken.
“La república islámica de Irán no vacilará en proteger su seguridad y sus intereses”, respondió el portavoz de Asuntos Exteriores Saïd Khatibzadeh. Irán “responderá de manera decisiva a todo aventurerismo”, añadió.
Este nuevo episodio ocurre en la víspera de la asunción del nuevo presidente iraní, el ultraconservador Ebrahim Raisi, quien comienza su mandato de cuatro años.
Irán es un enemigo declarado de Estados Unidos, con quien no tiene relaciones desde 1980, mientras no reconoce la existencia del Estado israelí.
El viernes, tras el ataque, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, acusó a Irán de ser “un exportador de terrorismo, de destrucción e inestabilidad que daña a todo el mundo”.
Después de que Israel amenazó con represalias y Estados Unidos con una “respuesta apropiada”, el premier británico, Boris Johnson, advirtió que Irán “debe enfrentar las consecuencias” por un acto “inaceptable y escandaloso”.
Reino Unido pidió a Irán “cesar las acciones que ponen en peligro la paz y la seguridad regionales e internacionales”.