Washington. La actividad manufacturera en Estados Unidos creció a un ritmo más lento en julio por segundo mes consecutivo, mientras persiste la escasez de materias primas, aunque hay señales de cierto alivio en los cuellos de botella de la cadena de suministro. Mientras en China la actividad fabril cayó con fuerza, debido a que la demanda se contrajo por primera vez en más de un año, en parte por los altos precios de los productos.
El índice de actividad industrial nacional del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) de Estados Unidos cayó a 59.5 el mes pasado, la lectura más baja desde enero y menor a 60.6 de junio. Por encima de 50 indica una expansión en las manufacturas, que representan 11.9 por ciento de la economía del país vecino.
Diecisiete de las 18 industrias manufactureras informaron un crecimiento en julio, incluidos muebles y productos relacionados, productos informáticos y electrónicos, maquinaria y productos metálicos fabricados. Sólo las fábricas textiles registraron un descenso.
Parte de la desaceleración manufacturera refleja un cambio en la demanda de bienes a servicios. Casi la mitad de la población ha sido completamente vacunada contra el Covid-19, lo que permite a los estadounidenses viajar, frecuentar restaurantes, visitar casinos y asistir a eventos deportivos, entre las actividades relacionadas con los servicios que se frenaron al principio de la pandemia.
En China, el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero recopilado por Caixin/ Markit cayó a 50.3 el mes pasado desde 51.3 el mes anterior, su nivel más bajo desde abril de 2020.
La economía china se ha recuperado en gran medida de las interrupciones causadas por la pandemia del coronavirus, pero ha enfrentado nuevos desafíos en los últimos meses, como el aumento de los costos de las materias primas, que afectó el crecimiento de las ganancias en las empresas industriales en junio.