Una posibilidad más de rastrear el cáncer de mama se abrió gracias a una investigación realizada por científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Tal hallazgo podría convertirse en una herramienta que ayude a complementar el diagnóstico y tratamiento oportuno de esta neoplasia común, agresiva, de rápida evolución y altamente mortal.
Tras analizar 26 muestras de cáncer de mama triple negativo, los investigadores descubrieron un fragmento de ácido desoxirribonucleico (ADN), producto de una anomalía cromosómica, que hasta entonces no había sido reportada en la literatura científica.
El médico Juan Manuel Márquez Mendoza, quien obtendrá el grado de maestro en ciencias de la salud por ese trabajo, sostuvo que la investigación amplificó, mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), el ADN extraído de las muestras tumorales, por lo que se pudo identificar un probable rearreglo cromosómico del gen que codifica uno de los receptores estrogénicos relacionado con este subtipo de cáncer mamario.
Esta variación en la expresión de los receptores abre la posibilidad a subclasificar, desde el punto de vista morfológico y molecular, estas neoplasias. Por ello, los expertos señalaron que es importante profundizar en las investigaciones acerca de la regulación de los genes y sus implicaciones en el cáncer de mama triple negativo, lo que posibilitaría la creación de tratamientos personalizados para el abordaje de los distintos subgrupos de tumores.
Durante la siguiente etapa de la investigación se estudiarán otras neoplasias de mama para determinar si la anomalía cromosómica es exclusiva de ese cáncer o si está presente en otros. Para obtener mejores resultados se buscará que el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), u otro centro hospitalario, proporcione muestras de tejido fresco afectado para lograr una mejor extracción del ADN.
Una vez que se haya profundizado en estos estudios, se iniciará el trámite de una patente que reconozca los hallazgos.