Monterrey, NL., Con apenas siete meses en el cargo y pese a la oposición de siete colegios de abogados, el magistrado Arturo Salinas Garza, apoyado por el Partido Acción Nacional (PAN), se perfila como el próximo presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Nuevo León, en la contienda que se definirá este lunes.
Mientras, Graciela Buchanan Ortega, ex presidenta de ese organismo, declinó de su aspiración a un día de la elección, a pesar de que había mostrado interés.
El miércoles pasado trascendió que Salinas Garza, ex diputado local panista, había logrado un acuerdo en el Poder Judicial para ser el nuevo presidente. Su posible nombramiento dejaría a un lado a magistrados con carrera.
El Colegio de Abogados Regiomontanos, el Colegio de Ciencias Jurídicas de Nuevo León, el Colegio de Abogados de Monterrey, la Federación de Colegios de Abogados de Nuevo León, la Confederación Nacional de Colegios y Asociaciones de Abogados de México, el Colegio de Abogados de Nuevo León y México Justo se oponen a que Salinas Garza sea el nuevo presidente del Poder Judicial del estado por los próximos dos años con opción de relegirse por un periodo igual.
Los colegios advirtieron que hay juicios de amparo, que no han causado estado, contra la designación del panista y otros tres magistrados en el TSJ.
En un comunicado, conminaron “al pleno del Tribunal Superior de Justicia a que, antes de decidir quién será el magistrado presidente, analicen los perfiles y las graves consecuencias de esta decisión, tomando en cuenta que están impugnados cuatro magistrados”.
El Colegio de Abogados de Nuevo León cuestionó también las ligas partidistas de Salinas Garza. Es impulsado por el diputado federal panista Raúl Gracia, con gran influencia en el Poder Judicial, donde se desempeñó como consejero de la judicatura, y por la bancada del PAN en el Congreso local, donde es mayoría.