La arquera Alejandra Valencia retornó a México tras su exitosa participación en Tokio 2020, donde logró medalla de bronce junto con Luis Álvarez en mixto por equipos. Un estallido de felicidad y aplausos precedió a las entrevistas, cuando se fundió en un abrazo con sus padres, quienes le hicieron una sorpresiva recepción en el aeropuerto capitalino.
La sonrisa detrás del tapaboca jamás la abandonó, no obstante reflexionó: “La verdad uno nunca está satisfecha porque siempre esperas más. Sin embargo, superé lo que hice en Río 2016, entonces eso ya es un súper orgullo y felicidad para mí, pero sé que pude conseguir más porque hubo dos pruebas en las que pudimos sacar medalla y no lo logramos”.
La sonorense de 26 años dijo que subir al podio “fue una experiencia muy bonita. Le decía al Abuelo ¡Venga, venga. Nos lo merecemos! Después pensaremos en lo que va a continuar, oro, plata, lo podemos hacer para la siguiente, en París (2024). Por ahora ¡a disfrutar! No esperaba ver aquí a mis papás y estoy súper feliz por eso”.
Recomendó a los atletas mexicanos que aún están en liza en Tokio tener mucha confianza en el trabajo que hicieron, “que se la crean que de verdad están entre los mejores del mundo y por eso han llegado hasta ahí”. También aconsejó gozar el certamen a pesar de todas las restricciones por la pandemia. “Japón está súper bonito, lo disfruté un montón. Ahorita lo que quiero es comer, me estoy muriendo de hambre”.
Luis Álvarez, de 30 años y más serio, consideró que debe entrenar con mayor ímpetu y de mejor forma hacia futuras competencias, manifestó que su presea le inyecta “una motivación muy grande. La dedico a todo México”, eso repetía el apodado Abuelo, visiblemente fatigado tras un viaje de 15 horas.
Explicó: “tengo un conflicto con la palabra disfrutar, pero con todas las medidas de sanidad y restricciones considero que los Juegos de Tokio no podían ser de otra manera, bien que mal estuvimos acostumbrándonos a eso en el CNAR donde permanecimos en una ‘burbuja’ desde febrero, y pues creo que funcionó. Ahora a seguirnos preparando”, indicó el oriundo de Mexicali.
La otra cara de la moneda la representó el contingente de boxeadores que retornó en el mismo vuelo procedente de Japón. Los púgiles mexicanos tienen una rica historia en Juegos Olímpicos, pero esta vez volvieron con las manos vacías. El semipesado Rogelio Romero, quien estuvo a un triunfo del bronce se dijo agradecido por el respaldo de la gente, sin embargo, hizo reproches a las autoridades deportivas.
“Quería la medalla, pero lamentablemente me tocó un rival duro, de mucha experiencia. Ni yo ni mi equipo recibimos el suficiente apoyo. Nos hizo falta salir a enfrentar a diferentes púgiles, toparnos con varios estilos. Ciertamente tuvimos el año de pandemia, sin embargo, considero que había tiempo para darnos fogueo; la crisis sanitaria no fue excusa, porque de otras disciplinas estuvieron saliendo, menos de boxeo”, indicó.