La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que apoyará y acompañará a la Unión de Colectivos de Madres Buscadoras de Tamaulipas, que demanda ingresar al predio La Bartolina en Matamoros, con el objetivo de iniciar la búsqueda de sus familiares, “unas 200 personas probablemente enterradas en un paraje localizado en la zona colindante al mar donde se han descubierto 500 kilogramos de restos humanos desde 2017”.

También llamó a las fiscalías estatal y a la General de la República (FGR), así como a la Comisión Nacional de Búsqueda, a “unir esfuerzos y coordinarnos, como lo solicitan las víctimas, en un plan derastreo ininterrumpido, con las debidas garantías y condiciones de seguridad”.

Lo anterior, luego de que la agrupación de madres difundió el viernes pasado un mensaje que dirigió al líder de la asociación delictiva Los ciclones del cártel del golfo (CDG) de Matamoros, para solicitarle “una tregua de paz”, con el propósito de ingresar a La Bartolina, y señaló que esta decisión se tomó “ante la falta de la debida diligencia y respuesta de todas las autoridades responsables de buscar, localizar, identificar y entregar” a las personas desaparecidas.

Frente a ello, la CNDH manifestó en un comunicado su empatía “con la desesperación e impotencia que abrigan estas madres víctimas”, y se declaró lista para apoyarlas, acompañándolas en sus tareas de búsqueda. Asimismo, llamó la atención sobre los secuestros y asesinatos, el pasado 15 de julio, de Aranza Ramos Gurrola, integrante de un colectivo de buscadoras de Sonora, y el de José Nicanor Araiza Dávila, perpetrado el viernes pasado, quien rastreaba la localización de su hijo, quien fue visto por última vez en Zacatecas, “prueba de las condiciones tan adversas y riesgosas que viven las víctimas indirectas de la desaparición de familiares, no sólo por su pérdida y el delito cometido, sino por la ausencia de respuesta”.